Diego Pablo Simeone marca una línea de trabajo y no admite tachaduras. La unión, la fidelidad y la confianza son valores esenciales en el éxito del argentino. El Cholo reclama máxima entrega y aquellos que tienen dudas no tienen sitio. El vestuario del Atlético es un búnker: la suciedad no entra y los que no se entregan a la causa se eliminan (sucedió con un crack como Mandzukic). Sin embargo, no todo es concordia. Más allá de la línea de centuriones, hay jugadores que ya no chocarían -con la misma intensidad- contra un muro por el Cholo.

Justo lo que sí haría cualquier atlético. Su exigencia es puro desgaste y su forma de entender el fútbol no enamora sin condiciones a todos los futbolistas. Hay pequeñas grietas por ‘reparar’ y Simeone es consciente. La sanción de la FIFA, que le impide fichar hasta el próximo mercado de inviernoFIFA, ha frenado y retrasado la revolución que reclamaba el técnico. Hubieran salido futbolistas y hubieran llegado refuerzos, la energía nueva que el argentino considera esencial para mejorar, meter energía nueva, mantener vivo el proyecto y alimentar la competencia interna.

La renovación de Simeone hasta 2020 es una demostración de fuerza y compromiso absolutorenovación compromiso . Por encima de los nombres, el Cholo es el líder espiritual, emocional y deportivo, el único imprescindible, la figura que da sentido a todo. Soporta el peso del club y ejerce de presidente, director deportivo y entrenador. Tras el atasco en el mercado y con los traspasos que se pueden producir a partir del próximo mes de junio de 2018, su continuidad es la única garantía competitiva.

¿Fichajes? Retener a los cracks

El tapón de la sanción FIFA, ha obligado al Atlético a guardarse jugadores transferibles o -como mínimo- cedibles. Han habido excepciones: Theo Hernández (decidido a salir al Real Madrid, eterno rival) y Matías Kranevitter. El caso del lateral izquierdo también es una señal. La huella de presincible queda y obliga a Simeone ha exprimir su capacidad de reconversión-seducción. Ese camino ha emprendido con Luciano ViettoLuciano Vietto, por ejemplo, un atacante frío, que no ha cogido la temperatura que alcanzó en el Villarreal y ha arrancado con minutos. También ha revitalizado el paso de Thomas y parece decidido a acalear el lanzamiento de Correa. Por convicción o por necesidad. Otros como Carrasco, Vrsaljko o Gaitán -en duda- deben dar un salto en el rendimiento. Ese reto es básico.

El Atlético ha conseguido retener a dos de sus cracks principales, pero sus declaraciones han deslizado quer su mente estaba en otra parte. La palabras de Jan Oblak abriendo su futuro a partir de la próxima temporada y los coqueteos de Antoine Griezmann con el Manchester United proyectan una mezcla compleja de gestionar.

Vitolo reforzará las bandas a partir de enero y los nombres que han sonado fuerte -Lacazette, Fabinho, Badelj, Dendoncker, Diego Costa, Marcos Llorente- marcan posiciones necesitadas. Juanfran, Godín, Filipe Luís, Gabi, Saúl, Koke o Fernando Torres no dejan lugar a las dudas. Simeone, tampoco. Competir sigue siendo la máxima.