Portero finiquitado, central nuevo, mediocentro subastado, organizador vendido y goleador traspasado. El Málaga Málaga ha cambiado toda la columna vertebral y ha perdido a líderes fundamentales como Weligton, Duda y Demichelis. Más Ignacio Camacho, su macho alfa así en el campo como en el vestuario.

Míchel ha pedido tiempo para recomponer el bloque. El alegato es procedente... pero va contra la lógica del fútbol y su ley. Primero, porque todavía no ha sumado ningún punto. Segundo, porque tiene al jeque picado. Parece que Al-Thani tiene afilada la guillotina. No hay memoria, sin resultados. El entrenador madrileño levantó al equipo la temporada pasada y completó una recta final espléndida. Mezcló juego y resultados.

El equipo de La Rosaleda terminó compitiendo a alto nivel, pero el crédito puede terminar en Mestalla o contra el Athletic. Míchel ha concentrado a la plantilla en Madrid, después del cara a cara con el Atlético. Los costasoleños dejaron buena imagen. «Creo que si nuestra puesta en escena, con algunas variantes, es similiar a la del Metropolitano nuestro resultado va a ser bueno», aseguró el míster. Estos días ha hecho de psicólogo y de entrandor. Es consciente de que se la juega.

Míchel lanzó un mensaje de confianza, más allá de su cargo: «Pase lo que pase en los próximos partidos, que entiendo va a ser bueno, este equipo no va a tener dificultades». La realidad es que la campaña de refuerzos, más allá de que el jeque sólo ha gastado ocho millones de euros por los 31 ingresados, ha mezclado perfiles interesantes: juventud, apuestas internacionales, gente de experiencia...

El Málaga no tiene mala plantilla. Obviamente, ha perdido pegada, creación, solidez, calidad y liderazgo, pero la clave es el tiempo. El proceso de adaptación que necesitan los nuevos. Diego González viene de Segunda, Cecchini y Rolón los ha firmado Al-Thani de Argentina (Rolón de la segunda división), Baysse ha fichado desde Francia y lo mismo Rolán. Sólo Roberto, Adrián y Borja Bastón conocían la exigencia de LaLiga.También habrá rotaciones

El veranito ha sido fino. Con Arnau (director deportivo) con poco mando y ninguna de las prioridades de Míchel atendidas. El entrenador intentó pelear por Llorente y contaba con Fornals... agua. Además, ha perdido los goles de Sandro. Es demasiado para tan poca paciencia. Le quedan Juankar, Recio, Ontiveros y poco más. Míchel le ha echado imaginación y se ha sacado a Mula de la manga. Míchel quiere cambiar para ganar. Oxigenerá el once para ganar.