Marcelino y Mateu Alemany Mateu Alemanyhan cumplido con la reconstrucción que la plantilla reclamaba desde hace dos temporadas. Lo que ha sucedido en los últimos tres meses es una obra de saneamiento en toda regla, aunque el míster asturiano siempre ha sido más partidario de emplear términos como «cambio» en lugar de revolución. Eufemismos para una operación limpieza que se ha cerrado con doce salidas entre cesiones y traspasos. Medio equipo. Además, no se ejerció la opción por futbolistas como Eliaquim Mangala, Munir El Haddadi, Munir El HaddadiMario Suárez. Por fútbol, por economía o por las dos cosas. La venta de Piatti y Yoel ya quedó arreglada por contrato (derecho a compra) el verano pasado.

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La refundación ha servido para recuperar la vieja escala de valores: compromiso, ambición, calidad y exigencia en el trabajo. Marcelino ha marcado por un perfil muy concreto. Ha apostado por futbolistas de perfil alto, pero con la mentalidad justa: todos deben estar entregados al colectivo. El interés individual está en un segundo plano porque la prioridad es el equipo, con todos los valores emocionales y competitivos que implica. El míster no quería futbolistas con fuerza para generar división, dudas o abrir una línea de liderazgo equivocada. El objetivo ha sido atacar la descomposición que estaba apolillando el vestuario. El cuerpo técnico ha sido riguroso en ese apartado y ha recopilado informes que le han llevado a marcar nombres como Enzo Pérez, Luís Nani o Enzo Pérez Luís NaniDiego Alves. Por otros futbolistas como Siqueira no hizo falta mover un dedo.

Jugadores como Bakkali, Aderllan, Abdennour, Nando o Vinícius no encajaban en la estructura. Cancelo fue clave para desatascar la llegada de Kondogbia y Murillo; además buscaba un cambio de aires para volver a empezar. No estaba convencido 100%. Ha habido jugadores en la agenda de fichajes que han tenido dudas y han quedado descartados por ese motivo. Mat Ryan exigió la titularidad y al Valencia llegó una oferta de seis millones. Vendido. El caso de Medrán es distinto, quería jugar y se veía taponado por Kondogbia, Parejo y Soler.

Las condiciones de algunas salidas han llamado la atención: cesiones, traspasos a bajo precio...Mateu ha chocado con un escenario complejo. Jugadores fichados a precio de oro, devaluados, sin rendimiento en los últimos años, con fichas altas y con contrato en vigor. No había ofertas o los clubes interesados eran conscientes del cartel de «no cuentan». El Valencia tenía la fuerza justa, pero ha cumplido con casi todo lo que quería soltar Marcelino.