Es fácil llenarse la boca hablando de la Academia. La parte difícil es llevar el discurso a la práctica y generar el escenario óptimo para que el futbolista hecho en casa encuentre espacio, pueda llegar y tenga confianza auténtica. El mismo procedimiento se debe aplicar al talento joven importado desde Brasil, Portugal o Serbia.

Fichar no sirve de la nada sin el marco adecuado. Hay que creer de verdad y confirmar la apuesta con hechos. Marcelino ha generado el contexto ideal para que el impulso sea positivo y exista una integración formal primer equipo-cantera. Los resultados y el perfil del vestuario ayudan. Los jóvenes tienen el ambiente para entrar y ofrecer rendimiento sin cortarse. Lato

y Nacho Vidal son el mejor ejemplo. Los ha puesto a jugar a todos. También a Nacho Gil. Sólo falta Rober. Marcelino podía haber exigido un lateral derecho de 28 años o un fichaje de rendimiento inmediato. Al contrario: han llegado Andreas Pereira, Nemanja Maksimovic y Gonçalo Guedes. Todos Sub-23. Cero postureo. El míster ha preparado a la plantilla para acoger a los meritorios del Mestalla, ha apostado por invertir en identidad, compromiso y calidad -condición fundamental- convencido de que pueden dar el nivel para todo un Valencia a corto-medio-largo plazo.

El futbolista hecho en casa y la estabilidad son un extra competitivo. El jugador identificado (Parejo, Rodrigo, Montoya) también ofrece un salto. Ese es el valor que se ha buscado en refuerzos como Kondogbia, Neto, Gabriel o Murillo. Marcelino relaciona estos valores con rendimiento y logros deportivos altos: «En líneas generales, si un equipo se abastece de muchos jugadores que van creciendo en el club se genera, no compromiso, pero sí una identidad, un algo interior y una identificación del futbolista con esos colores y con ese sentimiento». Son palabras del míster en una entrevista para El Club de beIN SPORTS, la temporada pasada.

Ante el Madrid participaron cinco canteranos. El Bernabéu fue escenario del primer gol Paterna marca registrada: Gayà lanzó a Lato y el vallbonense puso un centro perfecto para la llegada de Soler al primer palo. Se conocen, saben lo que significa el Valencia y han jugado juntos muchos años.

En Anoeta, en casa de uno de los clubes que más valor da a la formación, hubo récord de canteranos en el once (cuatro) y llegó el segundo gol made in: Soler advirtió la carrera de Nacho Vidal y lanzó al lateral mano a mano con Rulli. La definición fue un lujazo. Como en el Bernabéu, participaron cinco chicos surgidos de las categorías inferiores. Marcelino dejó un guiño para Jaume en su primera titularidad: «Es súper trabajador, valencianista, siempre anima al compañero, siempre busca el bien del equipo». Valores añadidos en la plantilla y para el club.

La plantilla más jóven de LaLiga, la séptima de Europa

Cristian Rivero trabaja como tercer portero y jugadores del Mestalla como Ferran Torres, Gonzalo Villar y Fran Navarro integran los entrenamientos dos o tres veces por semana. Hugo Guillamón y Pascu también se han puesto a las órdenes Marcelino. Centelles está en dinámica de primera plantilla y Javi Jiménez firmó una gran pretemporada... convenció al punto de quedarse a un paso de ser el cuarto central. El Valencia tiene la séptima plantilla más joven de las cinco grandes ligas europeas, la número uno en LaLiga. Lo que otras temporadas era un problema por inexperiencia, ahora es un plus en proyección y en futuro.