Anair es un derivado de Anahí, nombre femenino de origen guaraní que hace alusión a la flor del ceibo, símbolo de Argentina y Uruguay. En el mundo del fútbol es más conocida como Lombi y es uno de los fichajes del Valencia Femenino de esta temporada para liderar el ataque valencianista junto a Mari Paz. Ambas, con molestias físicas la pasada semana, pueden titulares este sábado en el partido ante el Atlético de Madrid en el Antonio Puchades (20:45 horas).

«Tenemos muchas ganas. El equipo sabe de la importancia de ganar y está motivado y con ganas de que llegue el partido», asegura la atacante del Valencia. Anair es una jugadora con gol, muy rápida y capaz de competir en cualquier demarcación de ataque. Destaca su gran habilidad en el desborde y su buen disparo. Llega al conjunto de Jesús Oliva tras prácticamente una temporada en blanco en el Espanyol por la rotura del ligamento cruzado anterior de la pierna izquierda. Una lesión que ya está totalmente olvidada: «La verdad es que individualmente me encuentro muy bien, la rodilla no me molestaba, físicamente me siento bien y con confianza».

En Lezama fue titular por primera vez tras su lesión, aunque su debut con la elástica valencianista fue en la primera jornada ante la Real Sociedad. La pasada jornada, pese a las molestias físicas que arrastraba, jugó los últimos 35 minutos del encuentro sustituyendo a Szymanowski. La atacante se está ejercitando con normalidad a las órdenes de Jesús Oliva esta semana. Ya recuperada. El técnico también podrá contar, salvo contratiempo, con Mari Paz para recibir al Atlético de Madrid. Dos incorporaciones importantes de la nómina de lesionadas que arrastra el equipo en este inicio de temporada.

Le costó dar el paso

Nació en La Guardia, una villa costera de Pontevedra de apenas 10.000 habitantes en la que confluyen el océano Atlántico, el río Miño y la pasión por el fútbol. Después de dar patadas al balón en el patio del colegio, decidió probar suerte en el equipo de la localidad, por aquel entonces formado únicamente por chicos. Su buen manejo de balón, su fortaleza física y su feeling con el gol llamaron la atención de los ojeadores del Barcelona que no dudaron en ficharla y pulirla en sus categorías inferiores. Y ahí dio el salto a la ciudad condal, a la que ha estado muy ligada desde entonces. Es por eso que el salto al Valencia le costó un poco más, de hecho la pasada temporada ya estaba en la agenda valencianista, aunque finalmente no ha podido dejar pasar esta «gran oportunidad».

«El Valencia es un gran club, que hace las cosas muy bien y que tiene a jugadoras con las que siempre he querido jugar, es difícil irse de casa y de un club que es como si lo fuera ... pero a veces hay que tomar decisiones aunque sean difíciles y no podía dejar escapar este tren», asegura al respecto la jugadora del Valencia Femenino, que «afronto la temporada llena de ilusión y ganas. Ilusión por lo que viene, por qué sé que estoy en un gran equipo, que va a hacer grandes cosas y del que quiero formar parte». «Estoy muy feliz de estar aquí y creo que no me he equivocado. Y ganas, ganas de volver a disfrutar del fútbol después de tanto tiempo sin poder hacerlo y ganas de sumar en este equipo»,