Cambiar las cosas saliendo desde el banquillo es una misión complicada. En ese contexto Santi Mina ha encontrado el escenario idóneo para desencadenar su potencial. El relato del gallego esta temporada se escribe contra todos los elementos, al punto que rubrica cada gol con una coreografía que LeBron James inventó en su día para aplastar las críticas cuando más cuestionado estaba en la época de Miami Heat. El ‘22’, como el ala-pívot de Akron, respira reivindicación por los cuatro costados.

A las órdenes de Marcelino, que siempre lo consideró un activo a exprimir en contra del ruido que había en el ambiente, Santi ha comenzado a desencadenar su versión más afilada, aislado de cualquier distracción y con los cinco sentidos puestos en el balón. Las cifras del valencianista son dignas de mención. Ha marcado 3 goles en Liga y le han bastado cinco disparos y 269 minutos para lograrlo, lo que se traduce en gol cada 90 minutos jugados y una efectividad del 60%.

Uno de ellos, ante el Málaga, lo firmó como titular. Los otros dos -Betis y Sevilla- los marcó saliendo de suplente. Su contribución, en condiciones normales, lo catapultaría clararamente al once, pero el acierto de Zaza -ocho goles- y Rodrigo -cinco en los últimos seis partidos oficiales- lo mantienen por el momento en un segundo plano. El gallego los sigue de cerca: aprovecha cada minuto sobre el césped. Cada vez que sale aporta intensidad, dinamismo en ataque, llegada y sensación de peligro.

Santi ha demostrado ser más que un revulsivo pero cambiando partidos es una Mina... Ni más ni menos que el futbolista más en forma de toda la Liga: un total de 21 jugadores de los 20 equipos de Primera han visto portería saliendo desde el banquillo pero solo él ha conseguido hacerlo en dos ocasiones. Dos goles que dan valor a su deteminación.

También la asistencia que dio ante el Betis en el Villamarín y el poste en su media hora ante Las Palmas, un partido -el primero de la Liga- en el que fue recibido con pitos por un sector de Mestalla. El contexto, en el fútbol como en la vida, a veces lo es todo; algunos lo toman como excusa y para otros no supone más que una anécdota. Es el caso de Santi Mina.

Saldrá hipermotivado

Marcelino va a ir alternando delanteros a lo largo de la temporada, es una realidad muy asumida por los miembros del cuerpo técnico y que se escenificó, por ejemplo, en el Derbi de València contra el Levante, pero la visita a la Romareda supone para el gallego la gran oportunidad que demanda su rendimiento. Merece un partido como titular y le llega en el momento justo. Marcelino lo reservó en la sesión del domingo, cuando salió en el último tramo de la sesión tras participar en el partido ante el Sevilla y llega en perfectas condiciones para seguir haciendo méritos y aplastando críticas con goles frente al Zaragoza.

Ante el conjunto de Berizzo solo necesitó 15 minutos para ver portería. Lanzó la jugada con un buen pase desde su propio campo para Guedes, carrera en profundidad del portugués -siempre vertical-, corrió al espacio y después de imponerse a Éver Banega en la carrera aprovechó su asistencia con un fenomenal control orientado que le permitió machacar con la izquierda entre las piernas de Sergio Rico. La celebración, de nuevo, a lo LeBron James. Miró a la grada, encontró a alguien y dijo: "va por ti, amigo, va por ti".

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