Fabián Orellana no marcó en La Romareda ni dio una asistencia de gol. Tampoco se lesionó ni mandó a nadie a la enfermería. Su nombre tampoco figura en el acta de incidencias por una expulsión. El mediapunta es, sin embargo, el gran nombre propio que deja el partido de ida de dieciseisavos de la Copa del Rey ante el Copa del Rey Zaragoza por su primera participación en lo que va de temporada. Nada más acabar el encuentro escribió un mensaje de medida satisfacción en las redes sociales: «muy feliz de volver a jugar. Muchas gracias a todos por el apoyo. Amunt Valencia». No es una frase prefabricada de community manager, se trata de un mensaje sincero de agradecimiento que encierra el sufrimiento que ha acompañado a un jugador que lo ha intentado todo en los últimos meses para tratar de dejar de ser el descarte técnico de cada convocatoria tras realizar una apuesta extremadamente arriesgada -los técnicos le dijeron que saliera en verano y rechazó todas las propuestas, forzando la máquina- por la que pasó a ser el último hombre de la plantilla. La noche del martes sirvió para que Marcelino recuperara a un futbolista para la causa del Valencia CF. Se le ha levantado el ‘castigo’ y ya es uno más.Marcelino Valencia CF

Sus compañeros, de hecho, no dudaron en felicitarle con múltiples respuestas a su publicación. «Me alegro, hermano», escribió Gabriel Paulista. «Guachín», comentó Neto. «Buena papá», dijo Jaume Domènech. «Te lo mereces. ¡Profesional y compañero ejemplar!», enfatizó Rodrigo. También Lato, que publicó: «¡Grande! Te lo merces, amigo». ¡Hasta la psicóloga del Valencia, Paula Muiños, dejó constancia de su alegría en el perfil de Orellana! Todos ellos han sido testigos de su día a día y saben mejor que nadie que, pese a haber equivocado comportamientos o decisiones, el jugador ha trabajado de lo lindo, de forma intensa y comprometida, llegando incluso a quedarse después de prácticamente cada entrenamiento a realizar trabajo extra de forma voluntaria para mostrar su alta predisposición al cuerpo técnico. Su moral es digna de mención y también su determinación. También la flexibilidad de Marcelino, que ha interpretado que puede convertirse en un activo muy positivo para el equipo y debía premiarlo con sus primeros minutos.Marcelino

Buena prueba de la unión que se respira en el vestuario del Valencia CF y de que el chileno ha sido apadrinado por los futbolistas importantes del equipo son las manifestaciones que hizo Rodrigo Moreno en la zona mixta del estadio antes de que la expedición pusiera rumbo al aeropuerto para regresar a casa.Rodrigo Moreno El ‘19’, que es uno de los capitanes junto a Parejo, Jaume y Gayà, quiso analizar la vuelta del chileno al equipo. Sus palabras no son casualidad. Es un discurso integrador, protector, en consonancia con el movimiento llevado a cabo por Marcelino y, a la vista está, en sintonía con el sentir del vestuario, que reforzó al mediapunta. «Creo que Fabián ha tenido un comportamiento excepcional, me alegro mucho de que haya podido entrar en convocatoria y haya salido titular. Creo que todos conocéis su situación, ha hecho un gran partido, siempre se ha portado muy bien con nosotros y el equipo también lo ha tratado con mucho respeto y con cariño durante este tiempo, me alegro de que esté con nosotros», indicó el delantero.

Participativo pero sin ritmo

En su regreso Fabián Orellana permaneció en el césped durante 79 minutos hasta que fue sustituido por Carlos Soler. Demostró ganas de convencer, intensidad y trató de participar en el mayor número de jugadas posible, aunque evidenció una falta de ritmo de competición propia de alguien que lleva dos meses sin jugar un solo minuto en un partido.