En el partido del Valencia Mestalla frente al Hércules Lubo Penev se dejó a Gonzalo Villar, Fran Villalba y Fran VillalbaMarco Valeroen el banquillo. La imagen de los tres centrocampistas jóvenes y con proyección para llegar a la élite que tiene el filial, convertidos en espectadores de lujo, no solo escandalizó a algunos técnicos en la Academia sino que provocó cierta sensación de incredulidad entre sus compañeros y, como muchos anticipaban, escarbó un boquete en el juego colectivo del equipo.

En su lugar el técnico apostó por Damián Petcoff - ´veterano´ de 27 años, llegó en verano del Marbella- y Miki Muñoz -fichado del Lleida- y el equipo encontró serias dificultades para romper líneas. Lubo se dejó el fútbol en el banquillo. Esta tendencia, que alcanzó su máxima expresión el sábado, viene dándose desde principio de curso. El técnico considera que con los jugadores que tiene el sistema más indicado para el equipo es el 4-3-3 -lo ha implantado en seis jornadas- pero en el club manda el criterio de Marcelino, un fundamentalista del 4-4-2, y ese es el dibujo táctico que, previo toque de atención, ha acabado por imponer.

En medio de esta controversia quedan los tres jugadores de futuro. Para Lubo, Petcoff y Miki son innegociables a día de hoy, ahí están las estadísticas de participación. En los primeros partidos, cuando se le permitía jugar con un 4-3-3, apostó por Gonzalo, Villalba o Valero en el vértice sobrante y los otros dos entraban en la rotación. Desde la jornada 7, cuando se impone el 4-4-2 en los onces del filial, el protagonismo de los tres ha bajado de forma notable.

A Villalba, el más utilizado de los tres, lo ha desplazado a la banda -aprovechando la ausencia de Ferran Torres-, una demarcación en la que no jugaba desde que era cadete. Su nivel en las últimas semanas ha sido muy positivo, lleva 2 goles y 4 asistencias y es uno de los jugadores más en forma del equipo. El caso de Gonzalo Villar quizá es el más sangrante. Entrena entre dos y tres veces por semana con el primer equipo y cuando baja no tiene sitio. El murciano ha sido titular una vez en los últimos seis partidos. Más allá de los 60 minutos que jugó ante el Ebro, ha disputado 28´ ante el Cornellà, 10´ ante el Villarreal B, 4´ contra el Formentera, 45´ en Mallorca y 7´ frente al Hércules.

Marco Valero, que el jueves entrenaba a las órdenes de Marcelino, es el más perjudicado en cuanto a minutos de juego. Se salió el año pasado en el juvenil, ha demostrado una gran adaptación a la categoría en una posición muy específica como la del ´6´ y ha aprovechado sus oportunidades, sin embargo su hoja de participación en los últimos dos partidos está en blanco.

Mateu Alemany en la Junta Ordinaria de Accionistas y Anil Murthy en la presentación del Fútbol 8 han hablado de una apuesta por la Academia en sus discursos que no se corresponde con la situación de los tres jugadores de proyección de la medular del filial, que viven una situación incierta en su transición hacia la élite. En lugar de abrigar a los activos de futuro con futbolistas de perfil veterano, como sucedía con Curro Torres, ahora se está taponando su camino y hasta la fecha los resultados no están acompañando.