Ernesto Valverde prepara a conciencia el encuentro de este domingo en Mestalla. Si ya fue noticia que el técnico culé pactara con Leo Messi su suplencia frente a la Juventus el pasado miércoles en Turín para estar en plena forma y descansado para jugar contra el Valencia, ahora el exentrenador valencianista ha convertido la ciudad deportiva blaugrana en un auténtico búnker. Valverde está plenamente concienciado que el choque en el feudo blanquinegro es una auténtica final por el campeonato liguero.

El Valencia es el único equipo de la competición que aguanta el ritmo del FC Barcelona. Son cuatro los puntos que separan a ambos equipos y una victoria blaugrana dejaría a siete puntos al máximo perseguidor. Desde hace varias semanas es muy difícil ver personas ajenas al club en los entrenamientos. De hecho, Valverde ha insistido al club para que las visitas a las sesiones preparatorias sean mínimas. El equipo de la ciudad condal suele recibir muchas visitas a los entrenamientos que supuestamente son a puerta cerrada, en buena parte por invitaciones y compromisos comerciales que tiene la entidad de la ciudad condal.

Visitas VIPS que no gustaban nada al preparador vasco, que consideraba que los entrenamientos a puerta cerrada deben serlo sí o sí. En la semana del Valencia - Barça, el partido más importante de lo que va de campeonato, las visitas se han reducido de tal manera que solo pueden ver los entrenamientos familiares o algunos amigos directos de los jugadores. No puede haber distracciones ni filtraciones para un partido que Valverde tiene entre ceja y ceja.