Cerca de 50.000 valencianistas asistirán esta noche al partido de los partidos. Si se tratase de cine, el trailer del Valencia-Barça presentaría la película más llamativa del planeta. Primero y segundo de la conocida tiempo atrás como la liga de las estrellas, un cara a cara protagonizado por dos de los únicos cinco equipos que todavía resisten invictos en competición oficial entre los principales torneos de Europa. El genio de toda una década, Leo Messi, contra un prometedor aspirante, Gonçalo Guedes. Zaza contra Luis Suárez. Busquets frente a Parejo. Kondogbia contra Paulinho. Soler ante Iniesta. Ter Stegen y Neto defendiendo las porterías... A esta batalla mayúscula en la que el Valencia tiene la opción de colocarse a un único punto del líder de la Liga no le falta ni un sólo ingrediente.

El destino, siempre caprichoso, ha querido que el valencianismo despida en Mestalla a Jaume Ortí, el presidente que condujo desde los despachos un Valencia campeón, el mismo día que dicho espíritu ganador puede consolidarse con más fuerza que nunca desde 2004 y aquellos héroes del Doblete. Sólo el equipo de Marcelino, con una racha inmaculada de 30 de 36 puntos posibles y ocho victorias consecutivas, aguanta la rueda culé en lo más alto de la clasificación. El exquisito plato del Valencia-Barça está aderezado con una elevada carga emotiva después del fallecimiento de ‘Bonico’ -como se conocía a Jaume por la cercanía de sus saludos- el viernes a los 70 años a causa de un severo cáncer de pulmón.

La figura del presidente del poble, adorado por los aficionados por la defensa tranquila y constante que ejercía del Valencia CF, así como los símbolos del ‘palmito’ y la peluca naranja que siempre le acompañarán, estarán muy presentes hoy en Mestalla y sus aledaños. En la memoria de todos y también en la realidad física. Desde el martes corre como la pólvora por las redes una iniciativa improvisada por seguidores anónimos para añadir la peluca de la segunda Liga a la indumentaria con la que animar a los de Marcelino y, al mismo tiempo, homenajear a «un valencianista más», de carne y hueso, con el que el aficionado podía entablar una conversación amable sobre el Valencia sin más intermediario que una afectuosa sonrisa. Además, el club prepara un respetuoso tributo a Jaume Ortí con la presencia sobre el campo del mítico abanico que lució en las celebraciones de las ligas de 1971, 2002 y 2004 en Barcelona, Málaga y Sevilla.

Ayer Marcelino García Toral y los cuatro capitanes -Parejo, Rodrigo, Gayà y Jaume- se acercaron al Tanatorio para dar el pésame a la familia Ortí. El deseo de la plantilla y de los miles de valencianistas que empujarán a los blanquinegros desde unas gradas repletas es dedicar una victoria a un dirigente que amaba tanto al fútbol como a su equipo. Para un hombre de puro sentiment valencianista, como él, no hay mejor homenaje que la afición siga disfrutando de un Valencia ganador, capaz de competir de tú a tú ante los transatlánticos de la Liga e, incluso, superarlos como hizo con los «galácticos» de Florentino la máquina de Rafa Benítez.

Las similitudes de aquel bloque de Benítez con el actual de Marcelino emergen desde la filosofía del sacrificio diario. Una verdadera mentalidad ganadora que ha lanzado al Valencia del técnico asturiano entre los ‘cinco magníficos’ de toda Europa -sólo se encuentra algo similar en competiciones menores como la croata con el Dinamo-. Los blanquinegros son uno de los únicos cinco conjuntos que no conocen la derrota en partidos oficiales de liga, copas nacionales y competiciones europeas.. Los otros cuatro son los líderes de Inglaterra (Manchester City), Francia (PSG), España (Barcelona) e Italia (Inter). Los de Milán suman un partido más que un Nápoles que, como el Atlético, ha sucumbido en duelos de la Champions. En Alemania, por su parte, el Bayern suma dos derrotas entre la Bundesliga y la Liga de Campeones.

Los motivos para tumbar esta noche al Barcelona son infinitos: respirar en el cogote del primero, mantener a raya a los rivales de Madrid que tras ganar ayer se han colocado a tres puntos, resistir entre los invictos del continente, alargar la racha de victorias -nueve si se suma la Copa-, dar con el primer triunfo ante el Barça en diez años, y la primera de Marcelino contra su ‘bestia negra’, mantener el fortín de Mestalla, y la ilusión de una afición que ha retomado el pulso... Innumerables y, por supuesto, todas las razones que envuelven el espíritu blanquinegro de «Bonico» Ortí.

La grandeza de la ocasión requiere el ambiente de aquellas grandes noches de principio de siglo XXI y así será. Mestalla no va a fallar. Lleno durante el partido y con un recibimiento masivo al equipo a las 19:00.