No fue suficiente, pero si bastante destacada. La actuación de Nacho Gil en la segunda mitad, aparte del papel global de Dani Parejo, fue lo mejor en ataque de un Valencia CF que apenas encontró soluciones frente a la solidez defensiva del Getafe de Pepe BordalásGetafe Pepe Bordalás. Los de Marcelino cayeron en la trampa de un Getafe que cerró líneas y concluyó la mayoría de sus ataques con balones colgados al área ante un rival ‘azulón’ casi siempre bien posicionado, a pesar de contar con una pieza menos desde la expulsión en el minuto 25 de mediocentro uruguayo Mauro Arambarri.

Como sucedió en Anoeta, aunque con un final distinto e infeliz, al Valencia volvió a costarle casi más jugar contra diez que frente a 11. El juego en estático, sin espacios para atacar a la carrera, parece la única asignatura pendiente de este Valencia de Marcelino en una temporada sobresaliente hasta el momento. En el descanso el técnico asturiano intentó potenciar ese juego creativo de ataque con la entrada de Nacho Gil en lugar de Kondogbia. Carlos Soler pasó al mediocentro acompañando a Parejo, Andreas pasó a la derecha y Gil se posicionó primero en la izquierda. Nacho no se arrugó delante de un rival que rayó al límite de la contundencia. Siempre la pidió, vivo y rápido, en las bandas se convirtió en la única energía del Valencia y desde allí filtró dos buenos pases interiores. Uno a Gayà tras burlar a Damián.Gayà Damián

A los 63 minutos, con la entrada de Santi Mina por Andreas, el Valencia jugó por primera vez con los tres delanteros en el once, aunque no hubo cambio de sistema. Mina y Rodrigo intercambiaron en la izquierda y Nacho Gil pasó a la derecha hasta el final del choque. Los casi 50 minutos jugados ayer son la mayor participación del extremo valenciano en Liga esta temporada, cuando jugó cerca de 20 minutos ante Las Palmas y siete en el Bernabéu. Nacho se reengancha a la Liga para ayudar a un Valencia sin Guedes hasta enero. Rober vivió su primera convocatoria en la Liga. El ‘20’ acaba contrato y pronto el club debe aclarar el futuro del jugador.