En el Coliseum Alfonso Pérez el Valencia CF tropezó con la primera piedra en un camino que era inmaculado en la Liga: El duro Getafe del alicantino Pepe Bordalás. Los blanquinegros desaprovecharon 70 minutos con un hombre más en el campo y, con ello, la oportunidad de haberse colocado a dos puntos, a tiro de un solo partido, del Barcelona. El líder, que cerrará 2017 visitando al Real Madrid en el Santiago Bernabéu, se había dejado el sábado con el Celta los dos primeros puntos del año en casa.

Los pupilos de Marcelino se quedaron a cero, sufrieron un apagón de fútbol frente a un muro de diez agazapado en su territorio y a la espera de hacer daño con las armas que le quedaban: contragolpe, acciones a balón parado y envíos colgados al área. Las artimañas locales -dureza en los contactos y pérdidas de tiempo- se conjugaron perfectamente con un césped en pésimas condiciones y la espesura del juego ofensivo del Valencia. Lento, obstruido en el medio y sin esos espacios donde los valencianistas mejor se sienten. Aún así, el equipo compitió hasta el último aliento buscando un gol que hubiera mantenido su condición de invicto. Después de las derrotas de Valencia y PSG esta semana, Inter, City y Barcelona quedan como los únicos clubes de las grandes ligas europeas que todavía no han perdido en competiciones oficiales 17/18.

Las órdenes de Bordalás en el vestuario presagiaban una batalla dura, intensa y oscura en el Coliseum. «Que estén incómodos, que no corran», decía el técnico a los suyos. Lógica pura frente a un Valencia que vuelve a ser temible. El plan surtió efecto. El vértigo y la ansiedad, alimentada por las provocaciones de jugadores como Damián, pudieron con el fútbol. Los de Marcelino no ofrecieron argumentos suficientes para derrumbar al Getafe. Ni en igualdad de fuerzas ni con superioridad numérica. Sólo Dani Parejo acertó a complicarle la vida a Vicent Guaita. Colosal.

Las mejores ocasiones del Valencia cayeron a balón parado gracias al guante de Parejo en la bota derecha. Primero, un libre directo lejano que obligó a Guaita a orientar la pelota con las manos hacia córner y, poco después, otro más cercano que el meta volvió a repeler. A los 24 minutos el colegiado anuló un gol a Amath por fuera de juego; justo antes de que Medié Jiménez expulsase a Arambarri con doble amarilla por exceso de contundencia. El público la tomó con el árbitro, pero las dos decisiones fueron las correctas.

La tarde se puso de cara para el Valencia. El equipo trató de reaccionar y sacar tajada de la circunstancia de contar con una pieza más sobre el tablero. Hubo actitud. Faltaron ideas. Entre tanto, Damián dio un manotazo en la cara de AndreasDamián Andreas, un gesto en el área que quedó sin castigo. Curiosamente, los ‘azulones’ disfrutaron de la mejor ocasión antes del descanso. Ángel se la lió a Montoya en la banda y Jorge Molina cabeceó arriba el centro.

El Valencia comenzó el segundo acto con un cambio táctico. Marcelino centró a Carlos Soler y cambió a Kondogbia, que tenía amarilla, por Nacho Gil. Los visitantes, alentados por un millar de aficionados, se apoderaron del balón y avanzaron yardas hasta encerrar al Getafe. Sin embargo, Amath y, sobre todo, Ángel empezaron a sembrar dudas en una zaga que debía estar adelantada. El punta canario del ‘Geta’ perdonó el 1-0 mano a mano con Neto. Pasada la hora, Markel Bergara recogió un despeje blando de Gabriel e hizo el 1-0 gracias a un derechazo que rebotó en el central brasileño.

Nuevamente, la respuesta más firme vino del pie de Parejo: un balón cruzado en una falta que Guaita rozó con el último de los dedos y se estrelló en el poste. El Valencia empujó con corazón y centros al área mientras el Getafe abusó perdiendo tiempo, artes que el árbitro permitió. Otro misil desde fuera del área, esta vez de Soler, un chut alto de Gabriel a pase del ‘10’ y un testarazo de Zaza acabaron siendo las ocasiones blanquinegras en una segunda parte embarullada por el Getafe. La sensacional serie de 13 jornadas sin perder ha asentado al bloque de Marcelino en zona Champions con tres puntos de renta. Sobresaliente.