La derrota del Valencia en Getafe Valencia Getafe tuvo muchos condicionantes y da para diferentes análisis. El equipo no dio un paso al frente con un jugador más y el Getafe usó sus armas para llevarse los tres puntos frente a los de Marcelino. Una de ellas fueron las pérdidas de tiempo y la dureza empleada. SUPER revisó el partido e hizo un estudio sobre las pérdidas de tiempo del Getafe.

Ya desde la primera parte, el conjunto de Pepe Bordalás no dejó coger ritmo al partido a base de faltas y detenciones del juego. La expulsión de Arambarri en el 25 fue el punto de partida para que el Valencia CF no tuviera continuidad para llevarse el partido. En la primera mitad, de los 46 minutos tan solo se jugaron 21 minutos y 10 segundos, mientras que el partido estuvo parado durante 24 y 50 segundos. Un dato que ya avisaba de lo que se encontraría el Valencia en la segunda mitad y que se agravaría del todo después del gol de Markel Bergara.

En la segunda la tónica fue la misma. El Valencia dominaba y el Getafe esperaba su oportunidad a la contra. Llegó el gol local con fortuna y entonces arrancó la maquinaria para que no se jugara más de ahí hasta el final. Desde que el Valencia CF saca de centro con el 1-0 encajado, se juegan un total de 28 minutos hasta el pitido final del colegiado. Tan solo 11 minutos y 50 segundos de ese tiempo el balón estuvo corriendo sobre el césped. El juego estuvo parado durante más de 16 minutos. Evidentemente, aquí se incluyen los saques de puerta, de banda, faltas y todas las interrupciones que no tienen que ver con el juego. El dato está inflado por esas circunstancias, por eso hay que fijarse realmente en cuanto tiempo se perdió por aspectos ajenos a lo deportivo. Y ese tramo se concentró del minuto 77 al 92 del partido.

En esos 15 minutos del tramo final, si sumamos el tiempo entre cambios, lesiones -algunas de ellas fingidas- y la tangana provocada por Damián SuárezDamián Suárez, hubo un total de 8 minutos en los que no se jugó nada. Es decir, del 77 al 92 solo se jugaron realmente 7 minutos. Este dato refleja que el árbitro se quedó corto al añadir tan solo cinco minutos al tiempo reglamentario. Se tenían que haber añadido tres minutos más, porque tal como recoge el reglamento, «el árbitro tiene que descontar todas las pérdidas de tiempo en forma de lesiones, sustituciones, caídas y otras». Como se ha reflejado en el dato anterior, por estoas circunstancias se perdieron 8 minutos.

Es habitual ver en otras ligas descuentos que sí se acercan al tiempo perdido, como en la Premier League. Aunque este mismo fin de semana se dio el caso en la Ligue 1 francesa con el PSG de Unai Emery. Los parisinos iban perdiendo 2-1 frente al Estrasburgo y el colegiado añadió 9 minutos al partido. Posteriormente, el propio árbitro explicó por qué añadió tanto tiempo.

"Hubo cinco minutos debido a la lesión y la salida del portero de Estrasburgo", dijo Ruddy Buquet. "Dos veces por minuto para lesiones de Terrier y Mbappé y los dos últimos por cambios de jugador. Lo expliqué con el presidente del Estrasburgo". Es decir, circunstancias muy parecidas a las vividas en el Getafe-Valencia. Guaita recibió asistencias médicas, como también Damián Suárez o Jorge Molina, además de la tangana. El Getafe también agotó los tres cambios en la segunda parte.

En esa segunda mitad, la mitad del tiempo no se jugó a fútbol. El tiempo estuvo parado durante más de 26 minutos de los 50 que hubo con el descuento. Solo se jugaron menos de 24. En el cómputo global de todo el partido, de los 96 minutos de encuentro, el juego estuvo parado un total de 51 minutos, es decir, solo se jugaron 45 minutos. El dato es que de media, el tiempo que se jugó en la liga española durante la pasada temporada fue de 54 minutos. Se jugaron 9 minutos menos que la media habitual. Y eso que la Liga Santander es la que peor porcentaje tiene de las cinco grandes ligas, aunque ninguna pasa de los 57 minutos de tiempo de juego real.

El Getafe utilizó sus armas para ganar el partido, algunas de ellas lícitas como permite el reglamento y otras ilegales, para ganar tiempo y llevarse el partido. El árbitro no supo contrarrestar esas pérdidas de tiempo y, tal como refleja el reglamento, con los algo más de cinco minutos que añadió se quedó corto. El Valencia CF se vio perjudicado en un partido tosco y falto de ritmo al que no supo adaptarse en prácticamente ningún momento y con el que llegó la primera derrota de la temporada.