Una ley no escrita en el mundo del fútbol dicta que cada equipo pueda competir con todas las armas de que dispone dentro de unos límites de respeto, el sentido común y los mismos valores del deporte. Entre los recursos del próximo rival del Valencia CF, la Sociedad Deportiva Eibar, se enmarcan las reducidas dimensiones de su estadio. Ipurua conforma las raíces del club armero, es una parte esencial e importantísima de la propia entidad y también ayuda en lo deportivo. En su web alardean de ser el campo de las grandes ligas con «menor capacidad». El campo ´ahoga´ con pocos espacios, con los muros y banquillos tan cerca del terreno de juego.

Para hacernos una idea de lo diferente que es el estadio del Eibar a Mestalla, solo hace falta ver la diferencia de metros cuadrados entre uno y otro. Son 445 metros cuadrados menos. A lo ancho se pierde un metro y medio por cada banda, mientras que a lo largo son dos metros menos que los 105 de Mestalla. Y eso que en los últimos años han mejorado estas medidas para acercarse a la media de los campos de La Liga. Las áreas tienen las mismas distancias en todos los estadios, por lo que el espacio entre el área y la línea de banda es más pequeño de lo habitual. Según las reglas de la FIFA, el estadio del Eibar no podría acoger partidos internacionales, ya que no cumple con los 105x68 metros obligatorios para este tipo de partidos.

Pero por si no fuera suficiente, el factor psicológico también pesa en Ipurua. La línea de banda de tribuna está prácticamente pegada a los muros. Mientras en Mestalla los jugadores tienen más de cuatro metros y medio de césped por fuera de la línea, en el estadio vasco el muro está a poco más de dos metros. Ni que decir que en la zona de banquillos es aún menor. Los jugadores miden más sus acciones, frenan antes y no alcanzan esa velocidad al no tener tanto césped donde correr. El Valencia tendrá que reinventar su estilo rápido y eléctrico por uno más técnico y preciso. Jugarán en un campo contrario a su filosofía. Por ejemplo, no sería el campo más propicio para Guedes y su velocidad y amplitud. Jugadores como Soler, Parejo o Pereira serán fundamentales por su talento en espacios cortos y su precisión en las entregas. Marcelino lo sabe y durante toda la semana ha obligado a sus futbolistas a entrenar en espacios reducidos y junto con muñecos que ´molesten´ durante los ejercicios.

En cambio, el Eibar está perfectamente adaptado a su terreno de juego. Los números tampoco engañan aquí. Los rivales del Eibar son los que más pases fallan en el mediocampo. Precisamente, el lugar donde más jugadores se concentran habitualmente y que sumado al reducido espacio hace propicio el fallo en el rival. El porcentaje de acierto en el pase de los rivales del Eibar es del 72,1%, alejado de la mayoría de equipos que no bajan de 80%. Esto unido a otro dato significativo nos da una idea del fútbol que practica el conjunto de Mendilibar. Son también el equipo que más pases deja hacer en los primeros 30 metros de campo, con una media de 112 por partido. En definitiva, dejan jugar de inicio y en el medio del campo, con los espacios reducidos, aprietan y provocan el fallo del rival, siendo los mejores en este aspecto del juego. De hecho, el año pasado Ipurua fue el estadio donde más pérdidas de balón hubo. Exige muchísima precisión. Una auténtica trampa para los jugadores visitantes.

Incluso otro aspecto llamativo es que el campo no tiene el aforo mínimo de 15.000 espectadores que obliga La Liga. Son poco más de 7.000. La imposibilidad de ampliar el estadio por las vias urbanas y la autopista cercana, además de que la población total es de 28.000 personas hacen a la competición y a los clubes ser flexibles con el club del norte de España. Tras un mal inicio de temporada, el Eibar encadena cuatro partidos sin perder, con tres victorias, dos en casa y un empate. Su fuerza está en casa. De los 18 puntos, 11 los han conseguido en su feudo. Dos victorias recientes que han sido contundentes, con un 5-0 al Betis y un 3- 1 al Espanyol. Tampoco se puede olvidar que el año pasado eran el equipo más peligroso en remates de cabeza y que el balón parado es una de sus armas más efectivas. La banda derecha, con Capa y Alejo como máximos protagonistas está haciendo mucho daño a los rivales. Mendilibar ha dado con la tecla y el equipo está en el mejor momento de la temporada.