Luciano Vietto aseguró después de debutar contra el Girona (tuvo unos minutos en la recta final) que no ha necesitado una gran charla táctica con el míster para adaptarse a la idea de juego. Ese camino ya lo recorrió en Vila-real."Es un entrenador que me conoce, que sabe sacarme el rendimiento, conozco su forma de trabajar y eso lo hace más fácil". Trabajo hecho, aunque los compañeros y el club son otros. En estos primeros días, una frase ha llamado poderosamente la atención, Marcelino utilizó el concepto "eficacia" para determinar la fuerza de uno de los delanteros más ineficaces de LaLiga.

Es verdad que Vietto había demostrado esa capacidad durante su etapa en común en el Villarreal, pero en el Atlético había desperdiciado ocasiones de todo tipo. Sucedió ante el Elche en los dieciseisavos de final de Copa o hace unos meses en Mestalla, donde tuvo una situación clara para hacer el 0-1. No puede ser casualidad. Todo lo que no suma, resta. Simeone le dio oportunidades, pero no hubo forma. El reto para Marcelino es dar de nuevo con la tecla. Neto, Gayà, Zaza, Guedes? Todos los jugadores parecen mejores dentro del marco de alto rendimiento que ha establecido el nuevo cuerpo técnico, pero hay casos como los de Vezo, Gabriel, Rodrigo, Parejo, Mina o Kondogbia que son sintomáticos.

En Italia habían acuñado el termino 'kondogbiata' para describir los errores del mediocentro francés y ahora es una de las sensaciones de la posición en Europa. El cambio en el acierto de Rodrigo es radical, otro ejemplo. La apuesta por Parejo marca la base del proyecto. El centrocampista daba su ciclo por finiquitado y su figura estaba más discutida que nunca, pero a los pocos días hubo flechazo. Parejo "ya no quería perdérselo" y Marcelino jugó muy fuerte reforzando su liderazgo. Fin del debate. Contexto, método, motivación, estructura, confianza, grupo. Esas son las notas maestras de un bloque recuperado.