Marcelino García Toral leyó la cartilla a los jugadores en el descanso del partido contra el AlavésAlavés. Fue la primera bronca seria de la temporada. Al entrenador del Valencia Valencia no le gustó nada el comportamiento del equipo en la primera parte como quedó demostrado en su crítica comparecencia pública. Pues bueno, todos los 'palos' que había dado en sala de prensa antes se los había dado a sus jugadores dentro del vestuario en busca de una reacción que, afortunadamente para el Valencia, llegó tras la reanudación.

El técnico vio cariacontecido la primera parte desde el banquillo. A veces no movía ni el gesto. Estaba hasta sorprendido por ver que todo aquello que había trabajado durante la semana en la ciudad deportiva de Paterna no se estaba llevando a la práctica. El descanso fue una liberación para todos. Lo bueno es que los jugadores eran los primeros que sabían que no se había hecho bien las cosas. Marcelino alzó la voz, abrió los ojos a los jugadores y sus palabras se convirtieron en un estímulo para despertar y levantar el partido. "Nos fuimos al descanso y el míster lo arregló todo" reconocía Gabriel Paulista al final del encuentro desde el respeto y la admiración al técnico. El Valencia fue otro.

La plantilla ha tomado nota y se ha dado cuenta de que es imposible ganar a ningún equipo sin los niveles de intensidad, concentración y fútbol hasta arriba. La eliminatoria pudo perderse en los primeros veinte minutos. El partido deja una lectura en forma de aviso para el futuro más inmediato: "Tenemos que entrar mejor a los partidos". Lo piensa el técnico y lo asumen los propios jugadores. No es la primera vez que pasa. Sin ir más lejos, al cuerpo técnico tampoco quedó satisfecho con los primeros minutos de Riazor.

El Depor fue superior y pudo adelantarse con un cabezazo al larguero de Celso Borges. Hernán Pérez cogió el relevo en Copa. Por suerte, su balón se estrelló en el palo. El técnico y los jugadores entienden que no pueden permitirse el lujo de entrar mal al partido en Las Palmas. Se trata de un equipo en horas bajas y cualquier 'ayuda' en los minutos iniciales podría darle alas al equipo y permitir que los de Paco Jémez se crezcan. Siempre es primordial arrancar bien, pero mañana todavía lo será más. ¿Y por qué pasa? Varios jugadores consultados lo achacan al hecho de que el equipo se ve tan fuerte y con tanta confianza que no entra al partido con la suficiente tensión. Admiten el error. Es corregible.

"Tensión". Esa fue una de las palabras más repetidas por Marcelino durante el entrenamiento del jueves en Paterna. El técnico, con collarín incluido, dio otra exhibición de energía... y voz. No paró de dar indicaciones a sus jugadores. "¡Que suene el balón!", "Fuerte!", "¡Más tensos!", "Precisión, coordinación", "Voy a por el balón, no lo espero", "¡Qué buena combinación Coque!". "¡Esto no es un videojuego, jugáis con los pies!". "Mejor dos contactos que uno precipitado". Marcelino no quiere relajaciones y menos después de la primera parte del miércoles contra el Alavés. El técnico enumeró en rueda de prensa algunos de los errores que espera que no se repitan en las próximas fechas: falta de movilidad y criterio colectivo, pérdidas de balones o mala colocación, entre otros cosas.