Marcelino ha dado un toque de atención en público y en privado. La primera hora ante el Alavés no puede repetirse -por intensidad y mentalidad- ante Las Palmas, un adversario que ha marcado el partido en rojo como penúltima oportunidad para demostrar que son de Primera. Los de Paco Jémez saben lo que se juegan ante su gente después de la goleada (6-0) en Girona. Por lo entrenado, buscarán impulso a partir del centro del campo. La Unión Deportiva tiene un estilo muy distinto al del Alavés, pero la forma en la que los de Abelardo se impusieron en casi todos los duelos individuales es una advertencia. El carril central del Valencia titubeó como nunca, empezando por la dupla Zaza-Vietto y terminando por la acción doble de Guidetti y Sobrino, más Hernán Pérez: sobre la espalda de los mediocentros y el rostro de Garay y Gabriel. Tomás Pina y Daniel Torres mordieron muy arriba a sus equivalentes, Parejo y Kondogbia. El eje titular de Marcelino en la medular tuvo un partido de sufrimiento extremo. En el Estadio de Gran Canaria la fórmula será distinta. Habrá cambios. Para empezar, Dani Parejo está sancionado. Kondogbia tendrá nuevo partenaire y Coquelin tiene todos los números para entrar a su lado.

Parejo tendrá un respiro. Será baja por ciclo de amarillas y seguro que agradece el descanso; el miércoles faltó gasolina en el cerebro. Otra cuestión es cómo se comportará el equipo. Kondogbia y Coquelin formarán juntos por primera vez. ¿Maksimovic? La vía está abierta, pero la inminente vuelta de Copa, las ausencias (Carlos Soler) y su rendimiento como interior derecho en Riazor pueden llevar a Marcelino a repetir fórmula. Coquelin ya debutó con éxito como socio de Parejo ante el Depor, después de dos entrenamientos cumplió como si ya hubiese completado 10 jornadas. Ante el Alavés no participó y se le espera ante Las Palmas.

Fundamental en la reacción

Kondogbia y Maksimovic han jugado juntos dos veces (114 minutos), los dos partidos desde el once titular, precisamente ante Las Palmas. Fue en Copa. También cerraron juntos la visita liguera al Alavés. Luces y sombras. En Gran Canaria no cuajaron y Parejo entró por el francés en el descanso. En Mestalla, dieron un auténtico recital durante 60 minutos. Maksimovic marcó su primer gol con un buen disparo desde la frontal. Es una referencia.

Sin Parejo, Kondogbia tendrá una carga añadida de responsabilidad ante Las Palmas. Juegue con quien juegue, está obligado a tomar el mando por cualidades, autoridad, rol y confianza del cuerpo técnico. La cuestión no le ha pesado hasta el momento. Ante el Alavés, la reacción del Valencia coincidió con sus mejores minutos. Geoffrey se subió a la ola de Rodrigo y Mina. Como tantas veces, de menos a más. La remontada no se entiende sin él; se multiplicó en la recuperación, intimidó y dio un paso al frente en la construcción, buscando siempre la manera de lanzar a toda velocidad a sus compañeros, sobre todo a Gonçalo Guedes. Esa es la versión que deberá desplegar de nuevo ante la Unión. Kondogbia no es un organizador o un fantasista, pero tiene recorrido, una salida tremenda en conducción, se maneja bien en largo, juega en corto y entiende perfecto el ataque rápido. Además, tiene colmillo, como demuestran sus goles ante Madrid y Espanyol (también ante el Betis, a balón parado).

Que viene el ´Ko-Co´

Kondogbia siempre aporta en las dos fases y es absolutamente complementario con Coquelin. Ya lo advirtió Marcelino: «Se adapta a todos lo jugadores y es el más defensivo del centro del campo». Tras su estreno ante el Depor, el míster destacó su aportación con balón y sin balón. El propio jugador ya se encargó de subrayar -con sentido-que también sabe tocar. No es la pareja más creativa posible, pero sí la más fuerte en el apartado físico. En la tierra de Jonathan Viera, Tana, Javi Castellano o Vicente, el Valencia puede presentarse con dos atletas... Más allá de la etiqueta y los prejuicios, los dos tienen soluciones suficientes para concretar el ideal de Marcelino en ataque. Son jugadores distintos. Coquelin es más compacto, más ágil, más fino; no tiene la carrocería de Geoffrey. Los dos aparecen cerca de la base y llegan hasta el área contraria. Por piernas y fútbol, podrían intercambiar alturas constantemente. Cierre y protección en campo propio, acoso y pressing alto, repliegue y despliegue, recuperación y contragolpe en marcha. El dominio en las transiciones está asegurado.

Coquelin confirmó la congruencia de su fichaje hace una semana. En Riazor quedó claro que la rotación de Marcelino es más fuerte. La baja por sanción de Kondogbia no fue un problema. Francis participó mucho, cubrió la espalda de Parejo, se mostró sólido asegurando la posesión en la salida y mostró principios de descaro en campo contrario: verticalidad, balón largo, dinamismo asociativo. Ahora toca examinar su mezcla con Kondogbia y su impacto a corto-medio plazo en el rendimiento global y en la competencia interna dentro del centro del campo. El Valencia llega a Las Palmas con nuevo eje medular: ´Ko-Co´. Otro paso para que Coquelin demuestre su genio como variante.