Si fue incomprensible que el Valencia CF no terminara ganando la primera parte del partido ante la UD Las Palmas, de imperdonable ha de calificarse que al final lo perdiese. Ya da lo mismo si el problema es de actitud o intensidad, si de ideas o de fútbol, porque la realidad es que el Valencia de Marcelino fue puro desorden en el Estadio Gran Canaria. Sobre todo en la segunda mitad y tras la también incomprensible expulsión de Gabriel Paulista que se fue a la calle en un minuto al ver la primera amarilla por tocar el balón con la mano en el área y la segunda por protestar el penalti que señaló el colegiado. Cómo sería de imperdonable, que el propio Marcelino se lo recriminó cuando se retiraba a vestuarios.Marcelino El penalti lo transformó Calleri y terminó dando la victoria al equipo de Paco Jémez que, por cierto, deja el farolillo rojo de la clasificación gracias a los tres puntos que le regaló el Valencia sin que sea esto un intento de quitarle mérito al conjunto canario que hizo todo lo que tenía que hacer para ganar con merecimiento.

Perdonó el Valencia a la UD Las Palmas en la primera mitad y eso que se puso por delante a los cinco minutos de partido con un gol de Santi Mina tras un saque de esquina de Nacho Gil que el asturiano remató al primer palo. Solo unos segundos antes, había estado a punto de hacer el mismo gol lo cual servía para calibrar desde el primer momento el nivel defensivo del conjunto que entrena Paco Jémez: muy flojito, de ahí lo incomprensible de que el equipo de Marcelino no hubiese cerrado incluso el partido en los primeros 45 minutos.

Pero así es el fútbol, y el partido pasó de que Santi Mina fallara un mano a mano con Chichizola después de un excelente pase entre líneas de Rodrigo. El portero argentino tocó el remate del delantero gallego y el balón se estrelló en el palo. Era el minuto 16 de partido y solo tres después Viera entró solo en el área del Valencia para rematar un balón que Calleri le dejó con el pecho ante la pasividad de Paulista que se puso de espadas a la jugada. El canario fusiló con la puntera a Neto y ya lleva cinco goles ante su exequipo en seis partidos.

La UD se vino arriba y acechó en busca del segundo pero terminó el Valencia por hacerse de nuevo con el control del partido con Kondogbia y Coquelin en el centro del campo con la inestimable ayuda de Maksimovic, del que se ha de decir que cada día está mejor. Otra buena actuación del serbio. Los minutos finales del primer tiempo fueron de acoso valencianista sobre la meta canaria y la mejor ocasión fue para Rodrigo después de una internada de Lato en el área. Su pase atrás lo remató a gol el delantero pero lo sacó Dani Castellanos.

Y llegó la segunda parte y en ella quien más quiso fue el equipo local. En lo que al Valencia respecta, puro desorden. Ni un pase ni tampoco una sola jugada centrada. El esperpéntico juego no hacía más que poner en evidencia la alineación que presentó Marcelino donde chirriaba la presencia la ausencia de Gonçalo Guedes. Tanto, que la lógica invita a pensar que con él en el equipo y con el marcador 0-1, los valencianistas habrían aprovechado las muchas situaciones de contragolpe de que dispusieron en el primer tiempo. Pero no, Marcelino no dio entrada al luso hasta el minuto 56 cuando el partido ya estaba muy cuesta arriba y sobre todo, cuando el equipo comenzaba a dar síntomas de falta de fuelle.

Solo aportó algo de vigor al equipo e inquietó al público local el italiano Zaza, a quien no le hace falta ejército detrás. Su manera de entender el fútbol como un francotirador fue lo poco que hizo en ataque el conjunto de Marcelino.

De todo, lo peor es que el Valencia se dejó remontar por el colista de primera división cuando sabía que si ganaba empataba a puntos con el Atlético de Madrid, lo cual deja entredicho la ambición del grupo. Además, el Villarreal se ha puesto a seis puntos tras su victoria en casa ante el Levante UD.Villarreal Levante UD.

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