El futbolista portugués cedido en el Inter de Milán está viendo truncado su deseo de regresar al Valencia CF en este mercado de invierno, aunque las malas noticias para él no acaban ahí. Corría el minuto 68 del partido que disputaron este fin de semana Inter y Roma cuando Joao Cancelo recibió una cartulina amarilla según el árbitro por simular un derribo en el área contraria. Pero las consecuencias para el portugués han ido más allá de la sanción disciplinaria, porque el juez deportivo le ha impuesto además una multa económica que asciende a 2.000 euros.

La situación se produjo cuando el Inter buscaba desesperadamente el gol del empate, que finalmente lograría a solo cuatro minutos de final. Cancelo, que una vez más estaba siendo el mejor de su equipo, se fue al suelo en el área contraria pero fue cazado por el colegiado Davide Massa, que le mostró la tarjeta amarilla.

El dictamen del juez recalca que la sanción se debe al hecho de "haber simulado el jugador que fue sometido a falta en el área contraria".