"Sabemos que va a haber un ambientazo en el campo, que la gente en la calle también está muy ilusionada con la Copa del Rey y con poder pasar a semifinales". Abelardo anunció que su equipo será el reflejo de la ambición y la emoción de su gente. El domingo, ante el Leganés, Mendizorroza rozó el lleno con 19.637 espectadores. El momento de crecimiento del equipo acompaña y la afición alavesista también. Hoy se espera una atmósfera similar. Para contrarrestar, el Valencia Valencia no caminará solo en Vitoria: cien valencianistas estarán en la grada. Pese a los horarios, los kilómetros y el día, presenciar el pase a semifinales merece la pena.

Mendizorroza no tiene el hype de otros escenarios del fútbol español, pero hay un gran ambiente. La ciudad respira deporte. Abelardo y el Alavés esperán explotar ese factor en una eliminatoria viva e igualada. La temporada pasada, cuando alcanzaron la final ante el Barça, cada partido fue una fiesta. Siempre tuvieron la oportunidad de resolver en Vitoria. Como esta temporada. El objetivo es repetir lo sucedido en semifinales ante el Celta, con ese histórico 1-0.

El Valencia tiene que demostrar que es un equipo maduro y competitivo. Marcelino quiere morder fuerte ante un adversario que desde la llegada de Abelardo ha edificado su reacción haciéndose fuerte en Mendizorroza. El Alavés exhibe un plus en todo cuando juega arropado por su gente. Hasta el partido del Leganés lo había ganado todo sin conceder goles.