Marcelino demuestra dos pequeñas obsesiones en su labor del día a día en el cuartel general de Paterna. De puertas hacia adentro insiste a sus futbolistas constantemente en la importancia de volver a mantener la portería a cero -objetivo que pasa a corto plazo por el trabajo para reforzar los automatismos para combatir los centros laterales y acciones a balón parado pero, sobre todo, por la vuelta de Murillo, cuya baja ha debilitado la rotación entre los zaguerosMurillo- y mejorar la eficacia anotadora para recuperar la versión del equipo que arrollaba el pasado mes de noviembre. Ahí la figura de Zaza puede ser decisiva. El técnico asturiano necesita la mejor versión del italiano, que no marca un gol desde el pasado 9 de diciembre contra el Celta de Vigo en Mestalla. Dos meses y catorce partidos han pasado desde la última vez que vio portería, una sequía capaz de hacer descarrilar a cualquier delantero. En la cabeza del ´9´ de Policoro, sin embargo, no hay dudas. Ha vivido apagado y en el centro del foco. El valencianismo lo escruta cada vez que salta al césped preguntándose qué pasa con Zaza. No hay traumas. «Es un periodo negativo que superará sin problemas», aseguran las voces más autorizadas.

Simo respira convicción y confianza. Es cierto que la rotación con Mina, Rodrigo y Vietto lejos de espolearlo ha dado con su versión menos determinante pero el valencianista busca reencontrarse con el gol ante el Málaga, un rival ante el que en la primera vuelta de campeonato protagonizó una actuación fulgurante. Tres goles en tan solo ocho minutos -entre el 54´ y el 62´- para prender la mecha de su arranque de temporada más resolutivo desde que es profesional con diez goles en las primeras quince jornadas. Nunca antes en toda su vida había marcado un hat-trick, in cluso marcó de cabeza, algo no muy habitual en él y que se ha convertido en objeto de broma por parte de sus compañeros. Aquella fue una noche inolvidable, se llevó el balón a casa firmado por todos sus compañeros tras una comparecencia de pura rebeldía mediante la que enterró cualquier resto de polémica tras su rabieta en el Derbi y también un debate que curiosamente ahora, unos meses después, vuelve a estar de rabiosa actualidad. Se hablaba y mucho en el entorno sobre el estado de forma y las dificultades de los delanteros para ver portería. En el seno del vestuario, como ahora, no había dudas. Era una cuestión de tiempo. Efectivamente. El 5-0 al Málaga, con Zaza como héroe de la goleada, abrió la compuerta del gol.Inició la racha de 8 triunfos

Aquella goleada explosiva puso los cimientos de la racha de ocho victorias que encumbró al conjunto de Marcelino en un tramo del calendario donde marcó diferencias y que ahora se le presenta como una oportunidad para volver a relanzar al equipo. Zaza no marca pero genera juego en el frente de ataque. Sin ir más lejos, ante el Levante provocó un penalti que sirvió para sentenciar el encuentro. El estado de ánimo de un delantero depende directamente del gol y Santi Mina, uno de sus mejores socios dentro y fuera del césped, le dedicó su tanto en el Derbi. La Rosaleda le espera.