Jeison Murillo reapareció el sábado en La Rosaleda con el Valencia CF, pero llevaba varias semanas queriéndolo hacer. El colombiano se sentía preparado para competir desde hace dos semanas. Veía que era uno más en los entrenamientos. De hecho, intentó ayudar al equipo en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey contra el Barcelona y en el derbi de la ciudad frente al Levante. Quería volver lo antes posible. Sin embargo, se encontró con la negativa del cuerpo médico y técnico. Frenaron su vuelta a los terrenos de juego por el riesgo de recaída que aún existía en la zona del pubis. Prefirieron no arriesgar y emplazarle al fin de semana de La Rosaleda. El futbolista sabía que por primera vez en tres meses tenía opciones reales de jugar y no las desaprovechó. Estaba loco por jugar.

El colombiano tenía tantas ganas de volver a jugar que viajó a Málaga con el tobillo vendado. Llevaba mucho tiempo esperando su momento y ni siquiera un fuerte golpe en el tobillo izquierdo en el último entrenamiento de la semana le apartó de su objetivo. El jugador se retiró de la sesión del viernes y habló con Marcelino García Toral a la finalización de la misma. Le dijo que le dolía, pero aguantaba. Estaba dispuesto a viajar con dolor y apurar sus opciones de jugar en La Rosaleda. Y así fue, el jugador salió de la ciudad deportiva de Paterna y puso rumbo a Málaga con una protección especial. El técnico se vio obligado a hacer una convocatoria de 19 jugadores por si tenía que descartarlo. No hizo falta. Murillo dio el visto bueno al entrenador y fue titular.

El resto se vio en el campo. Fue el jefe de la defensa desde el primer día. Con carácter, eficacia dentro del área y los mejores registros del equipo en balones aéreos ganados, despejes y porcentaje de acierto en el pase. En el banquillo se miraron asombrados cuando el colombiano se atrevió a rematar un balón de chilena. Está claro que está hecho de otra pasta, pensaron.

Murillo tenía muchas ganas de volver a competir en el Valencia.Murillo Valencia Las mismas que tiene por defender la camiseta de su selección en el Mundial este verano. Colombia ha celebrado este fin de semana la vuelta a los terrenos de juego del central. Los medios de comunicación de su tierra se hicieron eco de su reaparición contra el Málaga. Ahora mismo no es un habitual en las listas del seleccionador José Pekerman, pero sus opciones de estar en Rusia siguen intactas.

Jeison está dentro de una nómina de seis centrales que lucharán por cuatro plazas en el centro de la zaga. Su competencia directa es Cristian Zapata (Milan), Yerry Mina (Barcelona), Dávinson Sánchez (Tottenham), Óscar Murillo (Pachuca) y William Tesillo (Santa Fe). Murillo tiene tiempo para demostrar que puede ser uno de los elegidos. Sobre todo teniendo en cuenta que Mina está en pleno proceso de adaptación al Barça sin minutos y Zapata ha sido relegado al banquillo del Milan desde la llegada de Gennaro Gatusso. De hecho, no compite desde el pasado 7 de diciembre.

A mediados del mes de marzo hay lista para dos amistosos ante Francia y Australia. Murillo es el único de los centrales del Valencia con opciones reales de viajar al Mundial de Rusia. Ezequiel Garay y Gabriel Paulista no cuentan en los planes de sus seleccionadores. Tampoco Rúben Vezo. Jeison quiere hacer un gran final de Liga por él, por el Valencia y por su país. En el triple duelo de la semana que viene contra Real Sociedad, Athletic y Betis tiene mucho que decir. Ganas no le van a faltar. Quedó demostrado.