Marcelino García tiene claro que su equipo ha tenido problemas en la construcción de juego y en el dominio de sus rivales. El cuerpo técnico pretende limitar el número de pérdidas con el objetivo de recuperar la fluidez de juego que tuvo en el primer tercio de La Liga y es algo que se puede ver ya en los entrenamientos diarios.

En la sesión del miércoles el técnico dividió al equipo en dos grupos para realizar por un lado trabajo físico y por otro un ejercicio más llamativo en el que dejó patente mediante sus indicaciones que el objetivo era mantener la posesión del balón con pases precisos y «pausa».

La intensidad del entrenador, recordando a cada jugador la necesidad de no perder su posición en el campo y ofrecerse para ayudar a la elaboración de juego, también ha subido. Marcelino busca que el equipo mantenga la atención, pese a la ventaja de siete puntos que tienen con el quinto, el SevillaSevilla. «Vale, roba, que luego el partido no nos espera», gritaba el técnico. «La picadita no sirve, juega por el suelo», agregaba en tono de corrección.

Las indicaciones del técnico no son producto de la casualidad. Y es que si uno atiende a la estadística se da cuenta de que el pasado fin de semana, ante el Málaga, el equipo perdió ni más ni menos que 152 balones. Son muchos. De hecho, el Valencia CF no perdía tantos desde hace justo un mes en el partido de La Liga contra la UD Las Palmas en Gran CanariaUD Las Palmas, donde perdió el encuentro.

Mientras un grupo estaba con Marcelino mejorando el control del juego, el otro se ejercitaba a las órdenes de Ismael Fernández, equipados con unas avanzadas pulseras de color naranja que miden diferentes parámetros físicos de los futbolistas. El ejercicio consistió en un circuito y trabajo de gimnasio. Hubo también una numerosa presencia del filial: Gonzalo Villar, Morgado, Álvaro Pérez, Álex Blanco y Emilio.