Francis Coquelin celebró su gol al Málaga con un gesto que tiene mensaje. El centrocampista, tres años después de la última vez que vio portería cuando vestía la camiseta del Friburgo, no tenía pensado nada especial, como si entre sus planes a corto plazo no entrara el de estrenarse como goleador. Sin embargo, desde que aterrizó en València su realidad está superando cualquier expectativa. "Hacía mucho tiempo que no marcaba, había pasado mucho desde la última vez, fue un gran centro de Parejo y me alegro de que sirviera para comenzar la remontada y lograr la victoria", justificaba ayer. 'Coque', como le conocen en el vestuario, expresó su alegría con un corazón dedicado a su mujer y sus hijos.

Convertido en uno de los hombres del momento a tenor de un serial de comparecencias acertadas, el francés reproduce el gesto para SUPER con una sonrisa incluyendo un matiz importante, el escudo del Valencia dentro del corazón. No es casualidad. Un mes después de su fichaje es un jugador totalmente distinto al que era en el Arsenal y respira un cóctel de confianza, agradecimiento y ambición.

"Marcelino es un mago. Ha estado hablando conmigo muchísimo desde que vine, ahora sé en cada momento lo que tengo que hacer, me está dando minutos y intento aprovechar las oportunidades. Por eso me encuentro tan bienMarcelino ", expresa. Para entender esta declaración es necesario rescatar el contexto en el que se movía en Londres. Sus condiciones están fuera de toda duda. Sin embargo, al igual que sucedía con Kondogbia en el Inter, la falta de confianza lo convirtió en un jugador deprimido profesionalmente y eso, inevitablemente, deslizó una serie de malas actuaciones que lo convertirían en una caricatura permanente.

Coquelin ha pasado de carne de meme a ser un jugador que transmite y representa a la afición. No vacila, ha encontrado su sitio y quiere ir a más. "Probablemente este es uno de mis mejores momentos como jugador, me siento muy bien en el césped, hay una competencia sana para jugar, una gran atmósfera, el entrenador me da la oportunidad de jugar y estoy muy contento de haber venido. Me siento bien, se ve en el campo. La bienvenida ha sido muy buena, estoy encantado, me están ayudando mucho los compañeros, espero que siga siendo así porque la verdad es que estoy muy contento desde que he llegado", relata convencido.

Lo que está viviendo es incluso "mejor" de aquello que le dijo Cazorla en cuanto le animó a fichar por el ValenciaCazorla Valencia, reconoce que le ha sorprendido "la calidad que hay en todas las posiciones" y admite que "en el primer partido tenía miedo de que me sacaran muchas amarillas".

En cualquier caso, está encantado y ya ha probado incluso la paella: "está muy buena pero intento no comer mucho para que no se enfade el míster". No es momento de distracciones, el Valencia se juega mucho en lo que resta de temporada y aunque La Liga "es muy dura", el equipo "va a dar el máximo, eso lo puedo garantizar". Aunque los protagonistas eviten decirlo, el objetivo no es otro que entrar en Champions: "la verdad es que es algo que sí que se nos pasa por la cabeza, estamos en la cuarta posición tras la victoria del Madrid".