Marcelino García Toral Marcelino García Toralaterrizó en Valéncia a finales de mayo del año pasado con un objetivo en mente, una obsesión, que el equipo aún no ha acabado de cumplir. Las mejoras en defensa en comparación con la deprimente temporada anterior son una realidad palpable. Sin embargo, el entrenador mantiene todo el empeño en que su Valencia vuelva a cerrar la portería y los caminos que hacia ella conducen a los rivales como hizo entre octubre y noviembre. Esa es la manera de conseguir que el poder competitivo de los blanquinegros no dependa más de la cuenta de las habilidades ofensivas de Guedes y Carlos SolerGuedes Carlos Soler, la capacidad a balón parado de Parejo o la efectividad de los delanteros. En definitiva, el camino más sencillo para acercarse a las victorias y a la clasificación para la próxima Champions 18/19.

En una entrevista concedida a SUPER, a su llegada a la ciudad del Túria, Marcelino desveló sus intenciones de reducir a la mitad la exagerada cantidad de goles encajados por los blanquinegros en la campaña 2016/17, 65. "Si queremos construir un Valencia ganador, que esté en la parte alta de la tabla no podemos encajar 65 goles. Es imposible con esos números. Tenemos que bajarlos caso al 50%. La única solución sería fichar a Messi y Cristiano para que metamos 120 goles, pero como esa hipótesis es inviable, lo que debemos hacer es construir un equipo en el que orden y trabajo colectivo, no sólo de portero y defensas, nos lleve a ser un bloque equilibrado y competitivo", dijo el asturiano antes del comienzo.

El transcurso de la temporada ha cargado de validez las palabras de Marcelino. El entrenador ha sido capaz de edificar el equipo competitivo que anhelaba el valencianismo. En las primeras jornadas el Valencia compitió, sumó puntos y creció desde la defensa. Sin encajar goles venció en el estreno a Las Palmas, logró no sucumbir frente a un agresivo Atlético ni en los desplazamientos al Bernabéu ni al Ciutat para el derbi. La serie inicial se cerró con una manita (5-0) al Málaga. Las jornadas posteriores continuaron con siete victorias más en las que el valor defensivo quedó en segundo plano en un Valencia que registró cifras goleadores propias de los tiempos de la delantera eléctrica. Zaza, Rodrigo y Guedes se comportaron como esas estrellas, a las que se refería Marcelino, capaces de golear cada semana. Si el Málaga encajó cinco, la Real y el Athletic, tres cada uno, y seis el Betis.

En los siguientes cuatro envites el Valencia recuperó firmeza atrás y acumuló tres ‘porterías a cero’ -Sevilla, Leganés y Espanyol-. La última en Cornellà, donde los palos se aliaron con Neto. En 12 jornadas el Valencia marcó 32 dianas, recibió menos de un gol por partido y dejó seis veces a cero su arco. Valores que sirvieron para conquistar 30 puntos. La suma, en cambio, ha quedado en 16 entre las jornadas 13 y 24. Desde la victoria contra el Espanyol el equipo no ha podido concluir un partido de Liga sin encajar un gol. Las lesiones y la aparición de la Copa dificultaron las cosas en diciembre y enero. En estos dos meses la enorme producción goleadora ha descendido más del 50% y la pérdida de solidez defensiva provocó una caída en los resultados.

A estas alturas hay 28 goles en la casilla de goles en contra del Valencia. En verano Marcelino colocó el listón del objetivo en no recibir más de 33-35 goles. En su última campaña como entrenador del Submarino (15/16) registró su mejor cifra de tantos en contra (35) en Primera, lo que le valió para clasificar a los amarillos para la Champions. Ahora restan 14 jornadas en las que unas cuantas ‘porterías a cero’ facilitarían en gran medida el necesario objetivo ChampionsChampions. La clasificación liguera muestra a las claras la importancia del factor defensivo. En una temporada, donde no sólo el Valencia, sino la mayoría de equipos encaja más de un gol por duelo, los menos goleados -Barcelona (11) y Atlético (9)- dominan con firmeza sobre el resto. Y Marcelino lo tiene claro.

"Si pudiéramos encajar menos goles daríamos un paso de efectividad. Mantener el nivel ofensivo y mejorar el defensivo es el objetivo para los cuatro meses que nos quedan. Lo dicen los números y no se discute. Hubo un tramo de campeonato en el que fuimos estables y no encajábamos, debemos encajar menos y volver a ese punto", dijo a mediados de enero. No rebasar los 40 goles es una buena meta... y ante la Real empieza un nuevo intento.