La Champions pasa por Mestalla y por Sevilla. El doble duelo en siete días contra los dos equipos de la ciudad hispalense marcará el camino del Valencia en su lucha por el objetivo. Los de Marcelino García Toral asegurarán prácticamente la cuarta plaza si ganan esta noche al Real Betis y hacen lo propio el sábado en el Sánchez Pizjuán contra el rival directo: el Sevilla. El equipo saldría de Nervión con un colchón casi definitivo de 11 puntos para afrontar las últimas diez jornadas del campeonato liguero. Y más teniendo en cuenta que los de Vincenzo Montella tienen a finales de abril una exigente final de la Copa contra el Barcelona. Ganarles sería medio billete para la próxima edición de la Liga de Campeones.

El problema es que el Valencia también tiene la posibilidad en sus manos de complicarse la vida y ver cómo se esfuma su colchón de puntos si no hace bien las cosas. El Sevilla, de momento, no afloja. Ayer superó (2-0) en casa con facilidad al Athletic con goles de Muriel y el ‘Mudo’ Vázquez y se ha acercado peligrosamente a cinco puntos en la tabla de clasificación. El resultado obliga al Valencia a ganar al Betis sí o sí. Una derrota significaría viajar al Pizjuán con una presión añadida por el riesgo que supone que el Sevilla gane el sábado y se sitúe peligrosamente a solo dos puntos. El Valencia puede estar el sábado a las seis de la tarde a 11 puntos del Sevilla o a solo 2. Es su semana.

Ese peor escenario por suerte no pasa por la cabeza de nadie en el vestuario. El equipo se ha hecho fuerte en Mestalla con las victorias sobre el Levante y la Real y ha encadenado cuatro jornadas seguidas sin conocer la derrota. Lo único que preocupa es hacer bueno el punto de San Mamés y seguir creciendo en resultados, fútbol y confianza. No gustó la ansiedad y precipitación del equipo en el último partido de Mestalla contra la Real. Más allá del estado anímico, el camino a la Champions pasa por dar un salto de calidad en ataque y defensa. Recuperar la contundencia en las dos áreas. El Valencia lucha contra sí mismo con el reto de generar más y mejores ocasiones en ataque y conceder menos defensivamente en busca de una portería a cero que no llega desde noviembre.

La visita del Betis de Setién con su propuesta ofensiva, arriesgada y a veces alocada no invita a ello. El 3-6 de la primera vuelta en el Villamarín es la prueba. Los verdiblancos llegan en buena dinámica y dispuestos a dar un golpe encima de la mesa que confirme sus aspiraciones europeas. La suplencia de Joaquín entre semana fue toda una declaración de intenciones: quieren ganar al Valencia. Setién pisará el campo que pudo ser su estadio en verano. Así lo quería Alexanko. El tiempo ha demostrado que la apuesta de Mateu Alemany por Marcelino todavía era mejor. El asturiano le gana en todo al cántabro en estadísticas. Suma más puntos -50 por 37-, hace más remates a puerta -243 por 215-, marca más goles -50 por 43- y encaja menos -30 por 50-. Lo único en lo que el cántabro es superior es en promedio de número de pases por partido -423 por 522- y en posesión de balón -49,3% por 55%-. Dos estadísticas que no preocupan a Marcelino.

También empieza a dejar de ser una preocupación el Villarreal. El equipo groguet se descuelga. Ayer cayeron derrotados (0-2) en el Estadio de la Cerámica a manos del Girona. Los amarillos solo han sido capaces de sumar 4 de los últimos 18 puntos y no aguantan el ritmo Champions. El Valencia puede dejarlos hoy a doce puntos. Una distancia que parece casi insalvable.