Paso a paso. Todo está llegando de forma natural. Primero, el rendimiento -espectacular- con el ValenciaValencia. Segundo, la posible llamada de la selección. Geoffrey Kondogbia siempre ha estado tranquilo. El centrocampista tiene absolutamente claro que jugar por Francia era y es un objetivo que depende de su valor deportivo dentro del equipo de Marcelino.

La notificación de la Federación Francesa de Fútbol ya ha llegado al clubFederación Francesa de Fútbol. El siguiente paso llegará cuando Didier Deschamps pronuncie los nombres de los convocados para los próximos amistosos ante Colombia y Rusia (23 y 27 de marzo). Estar en la prelista es buena señal, entrar en la convocatoria -la última antes de Rusia 2018- sería un paso importante camino de un sueño: jugar un Mundial con Francia. Antes, está el partido de Sevilla y un objetivo marcado a fuego, asegurar una plaza en Liga de Campeones.

Kondogbia ya había hecho méritos para ganarse la llamada de Les Bleus en la anterior ventana internacional, pero Deschamps prefirió apostar -sorpresa- por el sevillista Steven N’Zonzi. Era noviembre y el seleccinador priorizó su condición de jugador en club Champions. Es una realidad: jugar en Europa, más todavía en Liga de Campeones cuenta por el impacto enorme de cada actuación en la competición más grande. Ahora, el contexto ha reforzado la posición del valencianista. Por su estado de forma, por su superioridad en el marco de LaLiga y por la diferencia que marca respecto a la mayoría de sus competidores en el puesto.

El Valencia CF también le impulsa. El bloque de Marcelino está estabilizado entre los cuatro primeros y Kondo es uno de los interiores más en forma en un campeonato top. La etiqueta de equipo o jugador revelación se quedó corta hace mucho tiempo.

Clave para agitar el avispero

¿Qué centrocampista de su perfil está mejor? Habría poco debate, franceses no salen más de tres. Deschamps tiene su bloque hecho y Geoffrey no viste los colores de la selección francesa desde septiembre de 2015, pero resistirse a su explosión es difícil. Tiene 25 años, forma parte de una generación campeona (1993, Mundial Sub-20 de Turquía) y está en el mejor momento de su carrera. Ese tipo de cosas hay que aprovecharlas, más en una competición tipo Mundial.

Kondogbia ofrece un despliegue físico tremendo, corre de campo a campo, intimida y juega. Barre cerca del área propia y muerde arriba en el pressing. Suma en los duelos aéreos y en los tierra-tierra. Protege el balón, gira y arranca... Kondo lo hace todo. Concreto con balón y cada vez más suelto, el golazo desde la frontal en San Mamés o la asistencia -más propia de un fantasista- para Simone Zaza ante el Betis confirman que está en estado de flow.

No se le pueden poner límites. Además, está entre los box-to-box con más capacidad de desequilibrio en el uno contra uno. En defensa y en ataque; en el Valencia, sólo Guedes mejora su media de regates buenos. Su mentalidad vertical es fundamental para Marcelino porque sabe agitar el avispero como pocos, con una arrancada en conducción, con una recuperación acompañada de una carrera al espacio o con un pase largo.El contexto ideal para brillar

Los números y su efecto sobre el campo lo han convertido en jugador de referencia para el proyecto, clave en la mejora en futbolistas como Parejo. Los 25 millones de euros de su opción de compra no son pocos, pero su valor de mercado se ha multiplicado y no está tan lejos de los 36 que el Inter pagó al Mónaco para reclutar a una de las jóvenes figuras de la Liga de Campeones 14/15... tenía que ser la respuesta al juventino Paul Pogba. Esa etiqueta no le hizo ningún bien, primero porque son dos jugadores muy distintos, complementarios, como siempre sucedió en las categorías inferiores de Francia. Pogba es un mediapunta de 190 centímetros, un interior de ataque.

Kondo arranca desde más atrás, aunque no es un mediocentro posicional, empieza a ofrecer soluciones tremendas cerca de la base en la construcción. Deschamps ha abierto la mano consciente de las posibilidades que le ofrece Geoffrey, cuya personalidad ha madurado y se ha endurecido. La competencia en la posición es tremenda. Francia tiene jugadores muy fuertes en todas las posiciones y para la sala de máquinas cuenta con Blaise Matuidi, Corentin Tolisso, Adrien Rabiot, Moussa Sissoko, N'Golo Kanté, Tiémoué Bakayoko o alternativas jóvenes como Tanguy Ndombele y Lucas Tousart (OL).

El nivel es tremendo. Matuidi tiene la experiencia y juega en la Juve, Tolisso es un llegador tremendo, Rabiot es realmente completo, Sissoko puede jugar por banda derecha, Kanté no se discute... Ndombele tiene calidad y todo tipo de soluciones: atléticas y técnicas. Kondogbia afronta la recta final de la temporada pletórico; tiene que mantener la línea ascendente para progresar sobre jugadores con enorme poder físico y habilidad. Kondogbia tiene de su parte una estructura que potencia sus virtudes y compañeros con la misma ambición. Actuaciones como la del Betis son difíciles de superar. Allez Kondogbia!