El Valencia CF no dio opción al AlavésValencia CFAlavés. La mentalidad colectiva y el nivel individual cristalizaron en una versión superior. Brillaron Rodrigo y Simone Zaza, pero el eje de gobierno volvió a estar en el centro del campo. Sin Coquelin, la sala de máquinas pierde potencial pero la línea de seguridad se mantiene intacta: Guedes, Kondogbia, Parejo, Carlos Soler forman una de las sociedades más potentes de LaLiga. Los cuatro son absolutamente complementarios y tienen la virtud de amplificar sus puntos fuertes. Los cuatro son fundamentales para encontrar la mejor versión del Valencia. Un internacional con Portugal, un internacional por España y un internacional con la Sub-21 española más Kondogbia, al que Deschamps no ha llamado con Francia pero se ha consolidado como uno de los futbolistas más en forma de Europa. Esa es la cota, horizonte Champions y hay ganas de más.

El equipo confirmó su personalidad sobre el césped y prolongó el mensaje en sala de prensa. Parejo lo dejó claro: «La idea es fijarnos en nosotros y ganar, tenemos la posiblidad de quedar terceros y vamos a pelearlo, se ha visto un Valencia con mucha ambición después de ganar en Sevilla, era un partido difícil -Alavés- porque parecía que íbamos a ganar seguro y al final le dimos la importancia que tenía; se vio a un Valencia metido y agresivo, respetamos al rival y fuimos mejores de principio a fin». Poco más se puede añadir.

Gran ovación y cariño

Por valor estadístico, los cuatro centrocampistas estuvieron por encima de su nivel medio. Todos por encima del siete, con mención especial para Kondogbia, que marcó un ocho. Son datos que refuerzan el rendimiento de la línea. Soler y Guedes tuvieron una actuación potente después de una serie de partidos un poco más gris.

Recién llamado por Lopetegui para la Selección, Parejo es uno de los futbolistas que mejor representan el cambio competitivo que ha sufrido el Valencia desde la llegada de Marcelino. El ‘10’ salió ovacionado del campo. Mestalla quiso demostrarle su cariño. Está disfrutando y quiere exprimir el momento: «Es verdad que el fútbol es un poco así... son estados de ánimo, llevabamos un par de años complicados, se está dejando trabajar, ha venido gente que le da sentido a las cosas, que da tiempo, que trabaja y todo se refleja en el campo, toda la gente está sumando, tiene hambre, ambición y ha sido un día especial por la gente y por la despedida. No tengo palabras para describirlo, quiero darle la gracias a la gente, no solo por la ovación, también por estar desde el primer día con nosotros, quedan cuatro partidos en casa y ojalá se vivan más ambientes así».

Las próximas dos semanas vivirá otro sueño; el de la Selección: «Es la primera vez, voy con ilusión y muchas ganas, de aprender, de disfrutar y de aportar a mis compañeros en lo que pueda, hacer equipo y ganar partidos».