Año 2013. Pedro Chirivella es el capitán de su generación en las inferiores de la selección española y en el Valencia CF, donde lidera la quinta de Soler, Lato o Javi Jiménez. Los técnicos coinciden en que están ante el próximo talento que irrumpirá en la élite. Es la joya de la corona. Técnica, precisión, sentido táctico, visión... Tiene 16 años pero ha demostrado potencial y liderazgo para guiar al Juvenil A.

En las conversaciones respecto a su futuro sus agentes plantean la posibilidad de que haga pretemporada con el filial, un paso natural. Los dirigentes del club, bajo el mandato de Llorente, no lo ven claro. Al Liverpool, en cambio, no le tiembla el pulso y entra fuerte con un proyecto deportivo que contrasta con las dudas del Valencia y convence al futbolista tras verlo en Las Rozas. Su salida sacude los cimientos de Paterna con un revés casi comparable al adiós de Isco. La presión se multiplica y el chico apenas puede pisar la calle.

Rufete aterriza en la Academia y habla con él pero ya es tarde, su salida está hecha. La ausencia de un plan y una apuesta decidida hizo que el Valencia perdiera a Chirivella y su caso, cinco años después, todavía se recuerda como ejemplo de lo que quiere evitar el club de Mestalla: la fuga de talentos. Hoy el de Rocafort tiene 20 años y es el tercer jugador más joven en debutar con el primer equipo del Liverpool. El conjunto de Anfield lo tiene cedido en uno de sus satélites de confianza en la Eredivisie. Holanda le sienta de maravilla, crece en la cuna del fútbol total. Es el mediocentro titular del Willem II, donde ha jugado 29 partidos y solo se ha perdido 4 «por una pequeña lesión y por sanción». Las cosas le van bien. Hace unos días su equipo goleó (5-0) al PSV, líder del campeonato con una ventaja de diez puntos sobre el segundo, el Ajax. La gesta fue histórica y se recordará durante años en Tilburgo: algo así como una machada del Levante frente al Madrid.

¿Cómo explicarlo? «Fue increíble, había sido una semana convulsa. Nos enteramos de la dimisión del entrenador dos días antes del partido. Empezó el partido y nos vimos superiores. Nos salió todo y a ellos nada. Si no es así no le puedes meter cinco goles al líder. La afición estaba cabreada porque tenemos equipo para más. Fue ganar al PSV, comenzar a jugar bien y ahora somos los más felices del mundo». Chirivella, con el ‘6’ a la espalda, es capital para su equipo, uno de los jugadores con mayor proyección de futuro y una de las sensaciones de la Eredivisie. Tiene una cabeza privilegiada. Su juventud contrasta con su aplomo, dentro y fuera del césped. Participa en la creación (81,7% de acierto en el pase y una media de 3,3 desplazamientos en largo por partido) y aporta en defensa (promedia 2,3 entradas y 1,9 interceptaciones por partido).

Su objetivo, como alumno aventajado de Klopp, es romper en Holanda y hacerse sitio en el Liverpool. Ya sabe cómo ruge Anfield. El propio Jürgen diseñó su contexto de desarrollo. «El club tiene contactos fuertes allí pero él fue clave a la hora de decidir porque había tenido a Nuri Sahin en el Borussia Dortmund con 19 años, fue cedido allí y le fue bien. Me dijo que iba a ser muy bueno para mí porque casi todos los jóvenes juegan. La media de edad creo que son 23 años y medio, una barbaridad». Primero llegó para 6 meses al Go Ahead Eagles la temporada pasada. Necesitaba jugar y se echó el equipo a la espalda. «Me había roto el cuádriceps en pretemporada y me hizo perderme tres meses. Venía de haber hecho 8 o 9 partidos con el primer equipo del Liverpool y tenía las aspiraciones bastante altas. Me cortó en seco. De 18 partidos que estuve disponibles jugué los 18, todos los minutos, no me cambiaron ni una sola vez».

No fue ningún Erasmus, la experiencia del descenso le ayudó a curtirse forjando un ADN competitivo. Su influencia va a más y su club lo sigue de cerca. «Cada lunes el Willem II envía un report de cómo he jugado. Los partidos grandes los televisan en Inglaterra... Klopp los ha visto todos», indica. En pretemporada intentará convencer: «Los internacionales al ser año de Mundial van a llegar tarde y tengo una oportunidad. Renové hasta 2020, me queda tiempo y cosas por aprender». Sabe que a su fútbol, en cualquier caso, le va LaLiga. «Siempre está ahí. Es mi país, llevo 5 años fuera. Si en el Liverpool no es posible... Quién sabe. Sería la primera opción a parte del Liverpool», sentencia.

«Disfruto cuando veo a Soler, Lato y Javi»

Chirivella solo tiene palabras de agradecimiento al Valencia CF por todo lo que le ha dado. «No podría haber estado en un mejor equipo desde los cinco a los dieciséis años. Ojalá volviese a nacer 1.000 veces porque volvería a jugar en el Valencia todas ellas. Me encanta ver al Valencia, disfruto con cómo está este año y sufría el año pasado cuando estaba mal. Soy valencianista. Sé que hay gente que no entendió mi salida pero al final te expones a que la gente te critique cuando juegas al fútbol», asume. El centrocampista se enorgullece de que Lato, Soler y Javi Jiménez hayan podido cumplir el sueño que compartía con ellos hasta no hace tanto. «Han jugado conmigo once años, son amigos míos de verdad. Cuando juegan y lo hacen bien disfrutas viéndolos. Me alegro muchísimo», explica.

Cinco años después de su salida, el de Rocafort se siente «más maduro» pero «con las mismas ganas de intentar triunfar en el fútbol». Su paso por la liga de filiales inglesa le ha dado mucho y defiende un nivel competitivo que no acaba de apreciarse fuera del Reino Unido: «aquí en España se tiene una visión equivocada y pongo mi ejemplo en el Liverpool Sub-23. Yo he jugado contra Víctor Valdés, Fellaini, Ander Herrera, Anderson, Fàbregas... Son jugadores de nivel mundial».

«Klopp se mete a los jugadores en el bolsillo»

Chirivella ha crecido físicamente y ha mejorado un aspecto como la agresividad. «Este año he sido demasiado agresivo. Se me nota mucho cuando hago una falta. Llevo 8 tarjetas este año cuando en mi vida me habían sacado una», reconoce entre risas. También se ha definido como futbolista. «Antes decía que podía jugar en las tres posiciones del mediocampo, ahora digo que puedo jugar de ‘6’ o de ‘8’. De ‘10’ no me vería como me veía en el Valencia. He jugado 30 partidos de ‘6’ este año y el año pasado 20 de ‘8’».

El canterano explica que Jürgen Klopp tiene «una virtud mega importante que es meterse a los jugadores en el bolsillo. Te hace sentir parte de todo, seas Pedro Chirivella o Coutinho cuando estaba. Hace muchas cenas de equipo, viajes para hacer un vestuario fuerte... Tengo una foto con él en un partido de FA Cup ante el West Ham en la que me está cogiendo del cuello. Cuando la vimos nos empezamos a reír».