Un mes después de su aterrizaje la influencia de Pablo Longoria es palpable de arriba a abajo en todos los niveles de la estructura deportiva del Valencia. Al nuevo responsable del área técnica le ha dado tiempo a interiorizar el funcionamiento del club, conocer a fondo el tejido competitivo de la plantilla, trazar una nueva dirección en la dinámica de trabajo de los integrantes de la secretaría técnica, impregnarla con pinceladas de su filosofía y comenzar a trillar el mercado del próximo verano para presentar dentro de unas semanas un boceto de equipo que encaje con las necesidades del staff técnico que lidera Marcelino.

El asturiano es el máximo responsable deportivo y su criterio será definitivo dentro de un marco de contexto pero el papel de Longoria va mucho más allá del de un scouting o un director deportivo al uso. Su ratio de influencia, lejos de ceñirse exclusivamente al primer equipo, abarca de lleno la cantera, donde ya ha abordado sus primeras situaciones de la mano de Mateu Alemany con vistas a armar un proyecto que contempla el medio-largo plazo, por eso sus cuatro años de contrato. Renovaciones de contrato, bajas, captación, desarrollo... Pablo Longoria tiene un plan para la Academia y ha llegado preparado para implantarlo lo antes posible.

Su fichaje llevaba tiempo gestándose -le costó decidirse, aunque desde el primer momento supo que estaba ante su gran reto- y fue todavía en su cargo de jefe de scouting de la Juventus cuando decidió emprender un análisis para conocer a la perfección el músculo del Valencia que viene. En efecto, el día que entró por primera vez en la Ciudad Deportiva ya conocía a la perfección los nombres y las características propias de los jugadores con proyección de élite en las categorías inferiores -algo que contrasta, sin ir más lejos, con el caso de Alexanko, que incluso años después de su llegada todavía llamaba a los chicos por el número que llevaban a la espalda-, lo que le ha permitido comenzar a desplegar ya su estrategia de futuro.

El plan, que mezcla con la apuesta del club por un protagonismo creciente de Paterna en el primer equipo mediante una nueva política que apuesta por el alto rendimiento y la profesionalización en torno a la máxima de que ningún valenciano puede escaparse, pasa por modernizar el concepto actual de cantera al estilo de los grandes clubes que marcan la tendencia potenciando lo que había para colocar al Valencia en la súper élite con la producción de canteranos no para completar sesiones de entrenamientos sino para jugar la Champions. Captación, formación y promoción. Al primer equipo o a otros clubes dejando ingresos en caja: el objetivo es reforzar la salud deportiva y económica de la entidad bebiendo de Paterna. El contexto empuja a ello y la mentalidad también.

Criterio y generaciones

Longoria, en este sentido, trae consigo una visión inspirada en sus anteriores experiencias en Atalanta, Sassuolo o Juventus pero también en modelos propios de la mayoría de clubes de la Bundesliga, casos como el Borussia Dortmund o el Schalke 04, entre otros. ¿En qué consiste? El director del área técnica cree en la apuesta real por el futbolista joven para desarrollar ese proceso. Los principales activos de cada generación en la Academia deben estar detectados desde edad temprana y en torno a ellos va a haber un criterio firme y continuo, limpio de incoherencias y de toda circunstancia que no sea rendimiento y potencial. Eso significa que si Kangin Lee, por decir un nombre, es la apuesta del 2001 en el centro del campo, su proyección no se va a taponar en el camino hacia la élite con jugadores más veteranos a los que no se les adivine ese recorrido. Al contrario, se le va a impulsar sin ningún miedo.

Todos los equipos de Paterna van a ajustarse a ese criterio ´universal´ para favorecer el contexto de formación y la idea es que ese criterio se mantenga incólumne al paso de los años. El filial, además, adopta una filosofía que acompaña a los de los clubes de Alemania: formar y lanzar jugadores. Más allá de la dimensión social que tiene el Mestalla, no se le va a exigir ascender pero sí producir canteranos. Mientras impulse el desarrollo de jugadores jóvenes, como si desciende. El argumento central va a ser el jugador. La línea está muy marcada y ahí, tras el precedente que ha trazado Ferran Torres, aparecen nombres susceptibles de vivir una apuesta similar. Longoria va a focalizarse también en la anticipación con los jóvenes talentos y oportunidades de mercado. Se busca un nuevo Guedes antes de su explosión en Benfica. Esa ha sido precisamente su función principal a desarrollar siempre a lo largo de su trayectoria y ya trae un trabajo adelantado de la Juventus. Viene con la mochilla llena.