A estas alturas, no cabe ninguna duda de que el partido del domingo (Mestalla, 18:30) frente a la SD Eibar es el más importante para el Valencia CF de lo que resta de temporada. Una victoria no alargaría más la espera, ya que el billete para la Liga de Campeones 18/19 ya sería una realidad matemática. Al Valencia le vale con igualar lo que haga el Betis ante el Málaga, pero el único objetivo son los tres puntos y vivir el regreso a la élite de Europa de la mejor manera posible al lado de la afición valencianista.

La relevancia del choque contra el Eibar es máxima y se percibe en la Ciutat Deportiva. Marcelino ha alejado este jueves por completo al equipo de los focos. El Valencia trabaja en el Antonio Puchades a puerta cerrada... a cal y canto. Un signo inequívoco de la concentración que el entrenador ha pedido a los suyos para que esta vez, con el público local nuevamente de testigo, no se repita un partido como el del Getafe.

Las buenas noticias son que Marcelino tiene a todos los jugadores de la plantilla en condiciones físicas, salvo el lesionado de larga duración Francis Coquelin y Javi Jiménez, en plena última etapa de su recuperación. Menos el mediocentro galo, todos, incluido José Gayà y GayàZaza han trabajado este jueves a las órdenes del míster asturiano en el campo principal de la Ciudad Deportiva, el lugar de Paterna mejor resguardado de miradas externas.

Únicamente, Ezequiel Garay causará baja contra el Eibar por sanción, el argentino vio la quinta amarilla ante el Celta en los últimos instantes del choque en Balaídos.