Apoyado sobre sus rodillas ligeramente flexionadas y con la mirada puesta los movimientos de los suyos, Marcelino García Toral ha imprimido máxima intensidad en el primer entrenamiento tras el empate ante el Eibar en Mestalla que, a falta de lo que haga el Betis, impedía al Valencia CF certificar matemáticamente la clasificación para la próxima Champions. El técnico asturiano ha dirigido este martes en Paterna una sesión marcada por sus indicaciones a voz en grito. Sin los titulares, que han llevado a cabo un trabajo regenerativo en el gimnasio, el resto de jugadores de la plantilla han practicado construcciones de ataque y finalización. La consigna del técnico para el partido ante el Villarreal es clara: "Hay que atacar el balón, ir a por él".

El Valencia CF, que viene de desperdiciar 16 ocasiones en cada uno de los dos últimos encuentros, tratará de recobrar la eficacia de cara a portería. Marcelino quiere goles, los que le han faltado al equipo en los últimos partidos, y recuperar la chispa en los movimientos de ataque para generar más ocasiones de gol.

Marcelino pide a sus futbolistas velocidad, ritmo, intensidad y recursos. Desde los centrocampistas a los extremos así como a los delanteros, tanto en el borde del área como en el mano a mano. Han sido Vietto, con un disparo con el exterior a la escuadra, y Ferran Torres, con un remate de espuela, quienes mejor han sabido interpretar sus indicaciones y así se lo ha reconocido ante sus compañeros. También le ha prestado especial atención el asturiano a Lato. El técnico le ha pedido al prometedor lateral de la Pobla en uno de los partidos reducidos que sacara el balón de primeras y después le ha animado a explotar su potencia física y su habilidad para la finta con el objetivo de deshacerse de los rivales.

Está tan encima del canterano que ambos se han quedado charlando durante unos instantes en la recta final del entrenamiento para pulir algunos conceptos. Incluso, le ha sugerido por donde tenía que tirar su lanzamiento en una tanda de penaltis con la que ha finalizado el entrenamiento y en la que ha destacado, como de costumbre, Jaume Domènech. El Gat d'Almenara no necesita presentación y menos cuando se trata de retarse desde los once metros. Sus paradas se convierten en el centro de atención de sus compañeros.

"Ahí está, el tío de la Pobla", le decía el guardameta a Lato cuando se disponía a ejecutar. Además de detener su disparo, pararía otro más y marcaría uno. Aplausos para Jaume. Una muestra del buen ambiente que hay en el vestuario es que Marcelino, acto seguido, imitaría con gracia su peculiar forma de caminar. Todos de la mano para sellar el objetivo Champions.