las seis menos cuarto de la tarde el Valencia CF ya era matemáticamente equipo de Liga de Campeones. El Betis había perdido en San Mamés ante el Athletic y ya daba igual qué pasara en el Estadio de la Cerámica. Daba igual para el Valencia, que el Villarrealque finalmente se llevó para lograr la clasificación a la Europa League, que ahora tiene en su mano.

Al Valencia le terminó afectando la falta de tensión conforme avanzó el partido, no en vano, comenzó siendo una fiesta que ni la derrota pudo deslucir. por ello, después de celebrarlo primero con los aficionados cuando terminó el encuentro, y después en el vestuario, los jugadores del Valencia CF volvieron al terreno de juego para celebrar de nuevo la clasificación para la Liga de Campeones de la próxima temporada.

"Esto hay que celebrarlo a lo grande", decía un eufórico Ferran Torres, y no es para menos. El canterano de Foios ha pasado en una temporada de marcarse como objetivo afianzarse en el Valencia Mestalla a ser futbolista del primer equipo de pleno derecho y devolverlo a la máxima competición continental. El portero Jaume Domènech, en cambio, tiró de galones dado que es uno de los capitanes y pesos pesados en el vestuario: "Ya está cerrado, estamos muy contentos. Todo el mundo en el club se ha metido de lleno en hacer un equipo Champions, hoy no hemos ganado, pero hemos trabajado duro y lo merecemos", comentaba con una sonrisa de oreja a oreja.

El presidente, Anil Murthy, trató de hacer un discurso a los futbolistas ya en el vestuario, pero apenas arrancó Zaza rompió a aplaudir y él terminó de lleno en la ducha como marca la tradición. Rodrigo, por su parte, no tenía ganas de hablar del Mundial, "ojalá pueda ir" decía, "pero aún queda, ahora vamos a saborear que hemos logrado el objetivo con el Valencia CF".

Santi Mina, además, recordó lo duro que fue el verano para él y desvelaba qué le ha permitido no desviarse de su objetivo, triunfar en Mestalla: "Fue en verano movido, pero la una única cosa que tenía en mente era triunfar aquí, lo logré con la ayuda de mis mejores amigos en el vestuario, de mi familia, de mi novia y de una persona que es muy importante para mí, Jaume, ellos me han permitido tener siempre una mentalidad positiva y eso ha hecho que las cosas fueran fluidas. Todo el mundo lo ha hecho muy bien, todos hemos dado nuestro máximo nivel,hemos disfrutado y hemos pasado momentos complicados, pero había que pasarlos, ahora estamos todos unidos y al final el fruto tanto trabajo ha llegado, queremos dedicárselo a los aficionados porque se lo merecen".

Dani Parejo hablaba como capitán y repartía méritos entre la plantilla, el cuerpo técnico, el club y la secretaría técnica, y decía estar "feliz y contento, somos 23-24 jugadores que hemos creado un grupo fantástico, reímos, nos juntamos para todo, hay un ambiente agradable, da gusto ir cada día a entrenar y levantarse en los días malos porque sabes que hay gente que te ayudará". Hasta Voro sonreía, que de alguna manera él puso la primera piedra al salvar al equipo de la debacle la temporada pasada: "Volver a la Champions después de dos años complicados tiene mucho valor".