De menos a más, marcado por la falta de alicientes en juego, el partido entre Valencia CF y Deportivo de la Coruña sirvió para que Mestalla pusiera las notas del curso a sus jugadores. La de este domingo fue una mañana de gestos y de reconocimiento a una temporada para enmarcar. De Lucas Pérez, que no se libró de la pitada, hasta Serreta, pasando por los actores principales de la función: Zaza, Rodrigo, Parejo, Jaume, Marcelino... El termómetro del valencianismo se manifestó con claridad, dejó claro que Zaza es material sensible y, cómo no, lanzó una petición a modo de colofón final: "Guedes, quédate".

Sucedió a falta de poco más de diez minutos para el final. Mestalla había aclamado anteriormente a casi todos los jugadores de mayor impacto sobre la marcha del equipo pero parecía haber reservado el reconocimiento al protagonista estrella para el final. Minuto 76, aparece Vietto con un gran taconazo y Gonçalo Guedes, en el área, ejecuta al Deportivo de potentísimo disparo con la puntera. La construcción, exquisita, viene acompasada del estruendo de una afición que, pese al bajo voltaje del partido, se relame con el fin de fiesta.

No hay duda. Mestalla, de pie, al unísimo, le pide al portugués que se quede, que no se vaya a ninguna parte porque la temporada que viene tiene que jugar la Champions a las órdenes de Marcelino. A día 20 de mayo su futuro está completamente abierto pero como ha venido manifestando el propio técnico, si sale del PSG, bien sea cedido o traspasado, el Valencia CF está muy bien posicionado en la carrera por hacerse con sus servicios. Donde antes había pesimismo ahora hay optimismo, aunque moderado. La afición ha hablado: "Guedes, quédate".

Además del portugués, Mestalla también repartió cariño entre el resto. El primero fue Zaza, que al filo de la media hora cazó balón un balón llovido tras un despeje de la defensa visitante a un buen centro de Gayà y lo mandó al fondo de la portería. Su remate, mordido y con la zurda, fue inapelable para el meta deportivista. El italiano volvía a mojar dos meses después y, tras unos instantes de aparente confusión, se acercó a la grada joven para celebrarlo con la Curva Nord, que coreó su nombre antes de que peregrinara hasta Serreta, otro que bien merecía un homenaje en el día de su jubilación. El afable utilero acabó siendo manteado.

La celebración del Valencia vista desde la grada

La celebración del Valencia vista desde la grada

El valencianismo despidió con honores también a su capitán. Parejo, tras cuajar una de las mejores temporadas desde su llegada al club, puso en pie al estadio, que no dudó y pidió su convocatoria para la selección española, así como la de Rodrigo. Sin lugar a dudas, un refuerzo extra para dos jugadores que están pendientes de la lista del próximo. Al delantero deportivista Lucas Pérez no lo recibieron precisamente con aplausos. Pitado al saltar al césped y cada vez que trataba de intervenir en juego, nadie le perdona que dijera 'no' al Valencia hace unos meses.

También hubo un reconocimiento para Jaume Domènech. El Gat d'Almenara, al que Parejo entregó su brazalete en el momento que fue sustituido, volvió a dejar grandes paradas y la grada coreó su nombre. Después llegó el turno para Marcelino -"Marcelino, oé, Marcelino, oé"- y para Kondogbia, "uh, ah, Kondogbia". Mestalla fue una fiesta que alcanzó su punto de ebullición tras el pitido final, cuando comenzó a atronar el himno de la Champions por la megafonía y la plantilla manteó a su entrenador. El murciélago está de vuelta en Europa.