Estoy francamente sonriente. Cada vez que interviene el director general del Valencia CF me entra una sensación de tranquilidad tremenda. No es ninguna sorpresa decir a estas alturas que me gusta Alemany. Trata todos los asuntos con profundidad, respeto y una dosis de trabajo francamente alto. Y lo hace bien y a todo le da un toque de normalidad que lo convierte en un dirigente muy atractivo. Yo les voy a ser franco. Creo que desde que Peter Lim compró el Valencia ha tomado muchas decisiones y no siempre han sido correctas o acertadas. Pero ahora me pongo en situación. Los últimos valencianos que controlaban el club se llenaron bien los bolsillos y estuvieron a un paso de convertir al Valencia CF en un equipo sin alma y sin pasta. Debemos ser justos y valorar todo lo que hicieron los valencianos en el Valencia en la última época al frente de la nave. Y da pena, incluso vergüenza. Desde la antigua Bancaixa con el presidente del Valencia Manuel Llorente al servicio de Olivas, todo fue un absoluto disparate. La llegada de Peter Lim provocó que al principio pensáramos que el Valencia CF se iba de nuestra ciudad por un puñadito de euros e incluso la gestión fue francamente deficiente y penosa. Había comprado el club un tipo que no sabía mucho de cómo funciona el fútbol serio y de verdad. Y así le fue al principio al club. Todo fue un absoluto disparate.

Y llega la normalidad

Y sí, ahora de la mano de Mateu Alemany todo ha cambiado y el Valencia ha crecido de manera inequívoca y respetuosa. A mí, repito, la rueda de prensa de don Mateu del miércoles me pareció de una absoluta normalidad desde todos los puntos y aspectos. Y, por otro lado, lo que les voy a decir ahora sé que no tendrá mucha gente que lo aplauda conmigo. Hay que reconocer que la llegada de Mateu Alemany, bueno, la llegada y la recomendación, no fue de otro que de un Javier Tebas que en ese momento estaba empeñado en hacer una oficina de la Liga de Fútbol Profesional en el propio Singapur. Y con ese roce, con Tebas muy cerquita de Peter Lim, fue cuando nació el nombre de Alemany para el Valencia y de alguna forma también fue un paso hacia la normalidad más absoluta del Valencia CF hasta nuestros días. Y sí, el Valencia ha dado un paso de gigante con la llegada de un tipo listo en esto del fútbol. Alemany ha devuelto al Valencia a primera línea de la mano de Marcelino, su apuesta, y con ello ha recuperado a muchos aficionados que se habían desencantado por todos los disparates anteriores. Yo les voy a ser sincero. Desde la veteranía de la que hago gala, debo decir que el Valencia, con mucha o poca pasta, está en manos de un tipo que sabe bien lo que hace y encima le da un toque de normalidad a todo casi sin despeinarse. Con Alemany tenemos un buen futuro asegurado. Y el Valencia CF, así, vuelve a sonreír.

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