QUEMAR LAS NAVES. Nada de lo que han hecho Viktor Horsting y Rolf Snoeren tiene que ver entre sí, si no fuera por la irreverencia y la grandiosidad de cada una de sus propuestas. Y por si no quedaba clara su filosofía, su último desfile, el que marca sus bodas de plata en la industria, lo explicaba muy clarito: crearon nuevos vestidos de Alta Costura a partir de retales de sus colecciones antiguas. Destrucción-reconstrucción. Y vuelta a empezar. Así se explica su longevidad como dúo creativo. "Ninguno de los dos se encarga de algo específico. Los dos aportamos ideas, discutimos propuestas y tratamos todas las fases", explican, casi al unísono, sentados en el salón de un hotel madrileño.