Recibe a la periodista al pie de la escalera y lanza una zancada hacia el despacho de Xavier García Albiol en el Parlament, donde se celebra la entrevista. Deja claro que no hay ni un minuto que perder. Así, como forma de vida. Su rutina en política suena a campamento militar o a anuncio de Rexona: "Tienes que estar siempre al 100%, cuando estás al 80% van a por ti. No puedes dejar de maquillarte un día. Tienes que ser fuerte y, sobre todo, no demostrar ninguna debilidad. ¿Que me critican? Ya he aprendido a lamerme las heridas". Se mira las manos entrelazadas y levanta una mirada fuerte, reconstruida.

Dice que si pudiera tomarse una cerveza con todos los que la ponen a parir, muchos dejarían de hacerlo. La noche le ha dado más de una oportunidad. No abandona la disciplina, pero hay días que "la bomba Levy"...