Carles Puyol me abre la puerta; va descalzo y lleva el pelo más largo desde que dejó el fútbol. "Antes de jugar un partido no puedes estar arreglándote, mirándote al espejo. ¿Ves estas mechas? Cuando jugaba me las cortaba con unas tijeras y punto. Yo no soy de ponerme cintas ni nada". Vanesa Lorenzo acaba de llegar de una sesión de fotos. Lleva media cara maquillada de blanco, estilo geisha. La pintura acentúa su aire aniñado. Sus dos hijas, Manuela, 3 años, y María, de 1, se le enroscan al cuerpo, son niñas de anuncio. A diferencia de su pareja, ella siempre ha tenido que arreglarse y mirarse al espejo antes de salir a jugar€ al plató. Todos andan por la casa como si fueran ardillas. Ligeros, gráciles, llevan encendido...