Cannes es una ciudad en guerra el día que empieza la 70 edición de su festival de cine. La calle está tomada por policías ostensiblemente armados. Los hoteles, blindados. El boulevard de La Croisette, otrora sitio para ver y ser visto, es una trinchera, atravesado por paneles de hormigón y cientos de vallas amarillas de hierro que marcan el camino del personal, en hileras de uno en uno, hasta el Hotel Majestic donde en la puerta, usted, yo y cualquier celebrity mundial deberá abrir su bolso a la inspección policial. Las excusas sobran para llegar tarde a una cita, pero Eva Herzigova (Litvínov, 1973) que se retrasa más de tres horas, no las utiliza...