Paz y amor. Con estas dos palabras, Peter Max se convirtió en un mito y en uno de los artistas más demandados de los sesenta. "Si tuviera que elegir una de mis obras sería el Love Poster. Para crearlo me inspiré en el Art Nouveau. Vendí casi un millón de copias", cuenta Max. Sí, hubo una época en la que los pintores eran casi como estrellas del rock; concretamente en 1967, que ha pasado a la posteridad como el verano del amor. Aquellos meses de eclosión del movimiento hippie, la pintura psicodélica de Max (que lo mismo decoraba coches que portadas de discos o de revistas) se convirtió en icono del movimiento. Aquellas láminas de mensajes coloristas fueron, según el propio artista, "una idea inspirada por las láminas de la belle époque de Alphonse Mucha, el arte tibetano de los mandalas y la arquitectura de Gaudí"...