LA FORMA SIGUE A LA FUNCIÓN. Si la Bauhaus siguiera en activo (y si incluyera la moda dentro de sus disciplinas), Jil Sander (Wesselburen, 1943) sería su directora. La diseñadora alemana nunca buscó inspiración en el legado de Chanel o Yves Saint Laurent, como sí hicieron y hacen tantos creadores. Quizá su concepción escultórica del vestido sí tenga conexiones con la herencia de Cristóbal Balenciaga. Pero su verdadero mentor espiritual no está en la costura, sino en la arquitectura. Para hablar de la excepcionalidad que supone Jil Sander dentro de la moda hay que pasar irremediablemente por las enseñanzas de Mies van der Rohe.