Su asistente rio y masculló algo como '¡qué divertido!'. Él me acercó el miembro a los labios. Quería una felación y, además, quería documentarla con su cámara (?). Poco después, la misma asistente me llamó. '¡Hola, Anna! Terry no para de hablar de ti. Eres su musa. Su cumpleaños es ya y tengo una idea muy loca que a él le encantará. ¿Por qué no vas a su apartamento (yo te diré cuándo va a estar en casa) y, cuando abra la puerta, te abalanzas, te enrollas con él y luego sales corriendo. ¡Le va a encantar!". La que escribe estas líneas es una estilista llamada Anna (no quiso revelar su verdadero nombre). En 2014 escribió este e-mail a la revista americana Jezebel en el que relataba un hecho sucedido en 2008. Lo hizo para demostrar que Terry Richardson no actúa solo. La asistente y celestina a la que cita es Leslie Lessin, mano derecha del fotógrafo en sus años de esplendor, la primera década de los 2000. Lessin, supuestamente, se encargaba de coaccionar a las chicas en las sesiones de fotos, de reclutarlas y de organizar este tipo de "citas privadas"...