El pelo y la piel del perro son sus principales armas contra las inclemencias meteorológicas y el frío. Por ello, ahora que llega el invierno, debemos prestar más atención si cabe al cuidado del manto de nuestro fiel amigo.

Como siempre, dar al animal el alimento que más le conviene y cuidar su higiene ayudarán a que nuestra mascota esté sana y posea los nutrientes necesarios para afrontar con las energías y las defensas necesarias el crudo invierno. Además, recuerda que los cachorros y los perros de edad avanzada son los más vulnerables al frío.

Los cinco siguientes consejos te serán de ayuda para cumplir con tus obligaciones para con tu perro apropiadamente:

1. Cuida la alimentación del perro

Como siempre, dar al animal el alimento que más le conviene en base a su edad, tamaño y peso es imprescindible para que el can cuente en su organismo con las vitaminas y los nutrientes que necesita. Dado que nosotros nos volvemos menos activos en invierno, seguro que su actividad también es menos intensa en este período, así que ojo con no sobrealimentarlo.

2. Cuida su higiene

El invierno trae consigo una serie de peligros de los que hay que estar pendiente. El exceso de humedad o tener la calefacción demasiado alta para el animal puede ocasionarle dermatitis o que mude en exceso el pelo, llegando incluso a presentar calvas. No cepillar correctamente al perro puede ocasionarle que se le produzcan nudos en el pelo o que éste se apelmace y no permita la correcta transpiración de la piel.

Para evitar todo esto, cepilla diaria y apropiadamente su pelo. Antes de peinarle, aplica sobre el bello un acondicionador o aceite nutritivo, que crearán una capa protectora sobre el pelaje. Además, cuando llegue el día de bañarle -una vez al mes es lo idóneo en invierno-, lo mejor es utilizar un champú específico para su tipo de pelo.

Recuerda que lavarle demasiado es contraproducente, ya que las cualidades naturales de su piel se debilitarán.

3. El corte de pelo, moderado

Si le vas a cortar el pelo a tu can, ten en cuenta que la melena es su protección natural frente a los agentes externos. Por ello, no conviene cortarle el pelo muy corto. La zona que más corta debería quedar es la del estómago y las patas, porque así el pelo no entrará en contacto con el suelo mojado y cogerá menos humedad. Para el resto del cuerpo, lo mejor es que te limites a darle forma al peinado.

4. Ten a mano vaselina

La vaselina natural viene muy bien para proteger la piel de la humedad y el frío. Aplicarla en zonas especialmente expuestas a estos factores, como son la trufa del hocico y las almohadillas de las patas, evitará que se sequen y agrieten por las bajas temperaturas.

5. Cómprale un chubasquero

Ponerle un chubasquero a tu mascota antes de salir a la calle es lo más práctico para no tener que secarle cada vez que deis un paseo. Y además, el perro lo agradece porque no pasa tanto frío. Sobre todo si es de una raza de pelo corto o de tamaño pequeño. Eso sí, antes de ponérselo, asegúrate que tiene el manto bien peinado, para que no se le formen nudos.

Y recuerda secarle bien las zonas que sí que hayan entrado en contacto con el agua, para evitar que conserve la humedad y coja frío.