La mitad de los niños españoles confiesa haber pedido alguna vez a Papá Noel o a los Reyes Magos una mascota de regalo y el 34 por ciento de los propietarios de perros o gatos asegura que se dejó llevar por motivos emocionales y/o visuales.

Son datos de la Fundación Affinity, que, consciente de que "el impulso juega un papel importante en la elección de un animal", ha lanzado la campaña #NoSonUnJuguete para alertar de las "nefastas consecuencias de regalar una mascota como si fuera un objeto".

Isabel Buil, directora de la Fundación, ha reconocido que "es perfectamente normal que nuestros hijos pidan un perro o un gato como regalo de navidad", pero ha alertado de que "no debemos tomar la decisión de manera automática, sino meditada".

"Desvincular esta decisión de una época de regalos y sorpresas como es la Navidad es una buena forma de dejar el impulso a un lado", ha insistido, ya que "convivir con un perro o un gato es una decisión tan importante que nadie la puede tomar por uno mismo".

Según el II Análisis Científico de la Fundación Affinity, que analiza el vínculo entre personas y animales de compañía, el 40 por ciento de las mascotas llegan a los hogares en forma de obsequio y se convierten en el principal compañero de actividades para el 60 por ciento de los niños.

Además, representan su principal fuente de apoyo emocional después de sus padres en situaciones de miedo o tristeza, por lo que el 80 por ciento de los niños prefiere jugar con el animal antes que con los videojuegos.

Fundación Affinity recuerda que la convivencia con una mascota es a largo plazo y el compromiso debe abarcar toda la vida del animal, cuya media se sitúa entre los 12 y los 15 años.

Por ello, añade, es necesario valorar el peso de incorporar un animal a la vida cotidiana y antes de empezar a convivir con él conocer y asumir las obligaciones y responsabilidades que supondrá, sus necesidades y sus rutinas.