Un perro perdido, un viaje en coche atravesando Europa en medio de un tormenta siberiana y un reencuentro con final feliz. Sin duda da para el argumento de una novela, que en este caso estaría basada en hechos reales. La mierense Montserrat Galán se desplazó la pasada semana en su coche desde Mieres hasta un pequeño pueblo situado en la periferia de Londres para recuperar a una perra del albergue municipal que previamente había sido adoptada por una familia inglesa.

El animal, tremendamente receloso de los desconocidos, no se adaptó a su nuevo hogar y huyó. Ante la imposibilidad de atraparlo, la familia de acogida decidió poner los hechos en conocimiento del albergue de Mieres, que recurrió a Galán, voluntaria del centro que había logrado generar un vínculo de confianza con el can. "Decidimos coger el coche e irnos para Inglaterra a ver qué podíamos hacer", explica la protagonista tras haber logrado regresar a Mieres con el animal.

Atropellada por un coche y con la cadera rota

La otra protagonista de esta historia es 'Simeona', una perra cruzada que durante un tiempo permaneció en el albergue de Mieres a la espera de adopción. Durante este periodo encontró muchas dificultades para adaptarse a las instalaciones de la perrera. Así, los responsables del centro, gestionado por la protectora avilesina Alma Animal, decidieron tenerla en las oficinas. "Al animal le costaba entablar vínculos con los voluntarios y no daba confianza a nadie", remarcan los cuidadores. Entonces apareció Montse Galán, que poco a poco fue dando seguridad al can: "Al principio tenías que acercarte a ella de espaldas, ya que era muy tímida y desconfiada". Poco a poco fue surgiendo la confianza entre la perra y su nueva 'amiga'.

'Simeona' se fue integrando hasta que finalmente fue adoptada por una familia inglesa gracias al acuerdo de colaboración que tiene el centro de animales mierenses con la asociación SOS Strays. Así, el can puso rumbo a Londres. Lo que parecía un final feliz pronto se estropeó. Al poco tiempo una llamada desde Reino Unido informó de que 'Simeona' se había escapado y sus dueños eran incapaces de atraparla. Montse Galán se enteró y en el albergue asumieron que, o bien hacían algo o, de lo contrario, la perra acabaría con total seguridad muerta.

El lunes 26 de febrero, con toda Europa barrida por un frente que fue descrito como la 'Bestia del Este', Galán decidió coger el coche y poner rumbo a Reino Unido: "Cuando la adoptaron ya sabían que la perra tenía problemas de adaptación". En Mieres dieron por hecho que no podían quedarse de brazos cruzados. En medio de un temporal de nieve Montse Galán y una integrante de Alma Animal decidieron recorrer los 1.600 kilómetros que separan Mieres de Londres. Junto a los dos mujeres viajó también 'Mami', una perra del albergue con la que "Simeona", extrañamente, se llevaba muy bien. "Lógicamente tuvimos recelos, ya que el tiempo estaba muy mal. Al final lo peor lo pasamos a la altura de Irún, cuando el coche nos empezó a derrapar un poco por la nieve, pero pasamos la noche en una área de servicio y continuamos ruta".

Las 'rescatadoras' llegaron a Londres a última hora del miércoles. Para empezar, una buena noticia. Al final las autoridades locales había logrado atrapar a 'Simeona'. El problema es que había sido atropellada por un coche. "Tenía la cadera rota y un neumotórax". Pese a las graves heridas, el animal no ocultó su alegría al ver a su "amiga". "Al reconocernos enseguida levantó el rabo".

Tras dejarla que descansara, Galán metió a 'Simeona', junto a 'Mami' en la parte trasera del coche y todos juntos pusieron rumbo de regreso a Mieres. "Ahora está recuperándose en una clínica de Avilés y en cuanto esté mejor se irá para un centro de acogida en Gijón", explica Galán, aún cansada físicamente de la aventura, pero convencida de que hizo lo que debía. Ha vivido un entrañable viaje de perros.