En los primeros meses de vida del bebé la comunicación está marcada por los estímulos sensitivos. Los secretos que se suelen establecer entre padres e hijos, constituyen algo universal en toda la especie humana y los bebés y niños desde recién nacidos entienden el lenguaje más allá de nuestras palabras.

Según explican a Infosalus Elizabeth Fodor y Montserrat Morán, autoras de 'El mundo secreto de tu hijo de 0 a 3 meses. La comunicación no verbal del bebé. El comienzo de la vida' (Pirámide, 2015), al comienzo de la vida los bebés descubren y entienden a través de la comunicación no verbal el mundo al que han llegado, un mundo nuevo completamente desconocido para ellos.

"Ellos perciben nuestras emociones y nuestra actitud, observan y perciben a través de sus sentidos lo que les produce determinadas sensaciones para indicarnos que 'se sienten bien' o 'se sienten mal'. Todavía no son capaces de diferenciar entre emociones, solamente ofrecen pistas para saber por dónde transitar", apuntan las autoras.

Es necesario atender y responder con delicadeza y respeto a su comunicación no verbal para empatizar emocionalmente con el pequeño. Transmitir apenas sin palabras todo lo bueno que hay en él y en el mundo al que acaba de llegar para lograr que pueda "sentirse bien". Con esta forma de comunicación le ayudaremos a autoregular sus emociones y lograremos que nuestro hijo vivencie, aprenda y se desarrolle sano emocionalmente.

Según los estudios de neurociencia los padres están química y emocionalmente preparados para responder y entender estas señales. Para completar esta comunicación y guiarnos en el descubrimiento del mensaje que nos quiere transmitir, es imprescindible la observación del bebé en su día a día.

El comienzo del sentimiento de placer y los juegos

"El recién nacido es capaz de registrar los estímulos del mundo exterior e interior, su conexión con las sensaciones de placer y desagrado. Tales facultades cognoscitivas es conveniente que funcionen en armonía intensificando las señales placenteras", señalan las autoras, especialistas en pedagogía en primera infancia.

Elizabeth Fodor y Montserrat Morán nos explican los estímulos sensoriales más importantes para tener en cuenta y cómo lograrlo en el periodo sensitivo de bebés de 0 a 3 meses:

1. El contacto piel con piel: hablarle a su piel. "Hay que hablar a la piel del pequeño, hay que hablarle a su espalda, que tiene sed y hambre, igual que su vientre" (Dr. F. Leboyer). Alimentar su pequeño cuerpo con masajes y caricias amorosas para que los dedos de los padres se conviertan en la prolongación de su corazón. Es el comienzo perfecto para el camino hacia la adquisición de la autoestima.

2. La vista: la visión permite establecer contacto con el mundo nuevo que encuentra a su alrededor. La importancia del encuentro de la mirada mamá-bebé en la relación emocional con la madre, del contacto visual en la socialización del bebé, los movimientos oculares y aprender a enfocar y coordinar los ojos.

En estos primeros meses la cara de mamá, sus ojos y boca es su mejor juguete: "regálale tú sonrisa". Cuando se trate de objetos es conveniente que se destaquen con toda claridad del fondo utilizando los contrastes claro/oscuro entre colores. Mover los juguetes y sonajeros suave y lentamente a unos 45 cm de distancia de los ojos.

3. El oído: la audición se beneficia con sonidos diferentes, suaves y rítmicos como susurros cerca del oído: "Todo tú eres amor (el nombre del niño) verte crecer es mi mayor placer". Se pueden inventar canciones, prosas y poemas, todo lo que se dice desde el corazón de los padres es el mejor regalo que se le puede hacer.

4. El movimiento: necesita del movimiento para descubrir nuevas habilidades a la vez de familiarizarse con las novedades que le rodean en su día a día. Los diferentes movimientos benefician el sistema vestibular encargado del equilibrio. Un maravilloso regalo de mamá son los abrazos de amor bailando con el pequeño suave y rítmicamente al son de una música relajante.

5. El sosiego y la atención inteligente: la ciencia de la Atención Inteligente en todas sus variedades para ponerlo en la práctica en una sociedad donde la distracción esta al orden del día. Un comienzo perfecto para comenzar a cultivar la atención y mejorar la empatía (Daniel Goleman, 'Focus').

6. La comunicación no verbal: comunicarse mirando a los ojos con una profunda y tranquila mirada despierta el amor. Es una energía que emana del cerebro de la madre, pasando a través de su mirada, para entrar por los ojos del bebé estimulando el corazón del cerebro, el sistema límbico donde guardará todo el amor que recibe. Esta energía el neurocientifico doctor Allan Schore la define como amor. "Regala sonrisas, abrazos y paciencia para una crianza feliz y divertida".

Elizabeth Fodor y Montserrat Morán son autoras de la colección 'Todo un Mundo...' formada por los títulos: 'Todo un Mundo de Sensaciones', 'Todo un Mundo por Descubrir', 'Todo un Mundo de Emociones', 'Todo un Mundo de Sorpresas' y 'Todo un Mundo de Sonrisas'. Se pueden consultar dudas sobre educación en el blog de Elizabeth Fodor.