Cada vez dependemos de Internet para acceder a información que necesitamos, por su disponibilidad y facilidad de acceso a cualquier dato que podamos precisar, lo que está afectando a nuestros procesos de pensamiento para la resolución de problemas, la memoria y el aprendizaje.

En un nuevo artículo publicado en la revista 'Memory', investigadores de las universidades de California-Santa Cruz y de Illinois, ambas en Estados Unidos, han encontrado que "la descarga cognitiva", es decir, la tendencia a confiar en Internet como una ayuda a nuestra memoria, aumenta después de cada uso.

Podríamos pensar que la memoria es algo que sucede en la cabeza pero cada vez más se está convirtiendo en algo que sucede con la ayuda de agentes externos.

Los investigadores Benjamin Storm, Sean Stone y Aaron Benjamin realizaron diversas pruebas para determinar nuestra probabilidad de alcanzar a una computadora o un teléfono inteligente a la hora de responder preguntas.

En primer lugar los participantes se dividieron en dos grupos para responder a algunas preguntas de cultura general. Un grupo utilizó sólo su memoria mientras el otro podía acceder a Google para buscar las respuestas. A estos participantes se les dio la opción de responder a las siguientes preguntas más fáciles con el método que prefirieran.

Los resultados revelaron que los participantes que previamente utilizaron Internet para obtener información fueron significativamente más propensos a volver a Google para responder a las preguntas posteriores que aquellos que habían confiado en su memoria.

Además, también pasaron menos tiempo consultando su propia memoria antes de acudir Internet. No sólo eran más propensos a hacerlo de nuevo, sino que era más probable que decidieran acudir a Google más rápidamente. De hecho, el 30% de los participantes que se decantaron por Internet desde un primer momento no pudo siquiera intentar responder a una sola pregunta sencilla de memoria.

El autor principal del estudio, el doctor Benjamin Storm, ha explicado que la memoria de las personas está cambiando. "Nuestra investigación muestra que a medida que utilizamos Internet para apoyarnos y ampliar nuestra memoria nos volvemos más dependientes de ella. Mientras que antes de que tratábamos de recordar algo por nuestra cuenta, ahora no nos molestamos; a medida que hay más información disponible a través de los teléfonos inteligentes y otros dispositivos, nos volvemos cada vez más dependen de ellos en nuestra vida diaria".

Esta investigación sugiere que el uso de un determinado método para acceder a una información que necesitamos tiene una marcada influencia en la probabilidad de que el futuro se repita ese comportamiento.

A juicio de los autores, el tiempo dirá si este patrón tendrá algún impacto significativo sobre la memoria humana por nuestra dependencia de otras fuentes de información. Evidentemente, Internet es más completo, fiable y en general más rápido que la imperfecta memoria humana y en un mundo en el que una búsqueda en Google con un teléfono inteligente, la necesidad de recordar hechos triviales, cantidades o números se está convirtiendo inevitablemente en menos necesario para funcionar en la vida cotidiana.