Los pacientes con alergia al veneno de los himenópteros (avispas y abejas) se pueden curar en más de un 95 % de los casos con una vacuna, que es de administración obligatoria en los centros hospitalarios.

Su eficacia es alta, y en concreto, según señalan las doctoras Amparo Conde y Mercedes Hernández, del servicio de Alergología del Hospital Nisa Sevilla Aljarafe, hay una curación en el 95 % de los pacientes tratados con veneno de abeja y en el 98 % de los que lo han sido con veneno de avispa.

Para ello se debe administrar la vacuna con dosis progresivamente crecientes de veneno de himenóptero hasta llegar a una de mantenimiento, que habitualmente es entre 100 y 200 microgramos/mililitro, lo que equivale a una o dos picaduras.

Según las doctoras, la pauta se aplica de forma rápida: en dos semanas se puede llegar a la dosis de mantenimiento y alcanzar en sólo 15 días la dosis de protección.

El objetivo de la vacuna es modificar la respuesta del sistema defensivo, el sistema inmunológico, que en los pacientes alérgicos reacciona de manera exagerada ante la picadura del insecto. "Hoy en día -dice la doctora Fernández- se considera aceptado que esta vacuna proteja a los pacientes entre tres a cinco años".

La Academia Europea de Alergología e Inmunología Clínica (Eeaci) apunta como criterios para finalizar la inmunoterapia una duración del tratamiento de tres a cinco años, no haber presentado reacciones sistémicas durante la inmunoterapia y haber podido demostrar la eficacia del tratamiento mediante lo que se viene a denominar una provocación controlada o haber tolerado una picadura espontánea.

Los meses de julio y agosto son los de mayor incidencia de las picaduras de himenópteros porque las altas temperaturas provocan una gran actividad de estos insectos, ya que ante la falta de alimento y el aumento de las colonias en algunos casos muestran un comportamiento más agresivo.

Sucede con las avispas, cuyas colonias son estacionales. Las abejas son colonias permanentes y estamos expuestos a ellas durante todo el año.

Las picaduras de los himenópteros generalmente no suelen ocasionar más allá de las consabidas molestias, pero en ocasiones se pueden apreciar reacciones alérgicas a estos insectos, con manifestaciones cutáneas, respiratorias, cardiovasculares, picor, hinchazón exagerada de la zona de la picadura, ronchas en la piel, mucosidad, dificultad para respirar y otros síntomas que pueden variar de gravedad dependiendo la persona.