Los adolescentes son uno de los colectivos más vulnerables en el consumo de sustancias estupefacientes. Por eso, la llegada a esta etapa suele ser el momento más indicado para que los padres hablen de drogas con sus hijos. Durante la adolescencia, los niños se sienten mayores y quieren dejar atrás la niñez y sus hábitos y empiezan a adoptar gestos adultos. Entre los mismos, están iniciarse en el consumo de ciertas sustancias que están asociadas con "los mayores". Lo que busca el adolescente es independencia, autonomía y sentirse "mayor".

Para evitar este tipo de conductas es fundamental que el joven disponga de la información adecuada sobre la prevención y los riesgos en el consumo de drogas. Ahí, los padres juegan un papel fundamental. Es muy importante que se aborde el tema con naturalidad y claridad y no se opte por evasivas o rodeos. Los progenitores deben sentarse con sus hijos y plantearles las consecuencias que puede tener en su vida el consumo de drogas. No hay que optar por las teorías del miedo, sino por la sinceridad.

Ofrecer información veraz sobre el consumo de drogas y sus riesgos

Hoy en día contamos con numerosas fuentes de información, que pueden ayudar a los padres a la hora de abordar el tema de las drogas con sus hijos. Un consejo puede ser sentarse ante el ordenador y leer juntos artículos, ver vídeos o consultar información de expertos al respecto. De esta manera, el menor tendrá toda la información al alcance de su mano y se sentirá seguro al consultarla de la mano de sus progenitores. Utilizando este método, las dudas y preguntas del menor surgirán y él se verá y sentirá cómoda para plantearlas en ese ambiente casero.

Aprovechando esa cercanía, los padres pueden recurrir a situaciones verídicas sobre algún conocido o personaje famoso que haya caído ante los efectos de las drogas. Estas situaciones reales pueden ayudar a los hijos a abrir los ojos ante los peligros en el consumo de sustancias estupefacientes.

El menor debe conocer los riesgos de consumir drogas. Hay que trasladarle claramente los problemas de adicción que estos hábitos conllevan y los efectos a largo plazo que tienen sobre la salud.

La importancia de escuchar a los hijos

Durante la adolescencia suelen darse situaciones de cierto distanciamiento entre padres e hijos. En muchas ocasiones, los menores aseguran que se sienten incomprendidos y que sus progenitores no les escuchan. Por su parte, los padres argumentan que son los hijos los que no quieren hablar con ellos y que la conversación es un reto casi imposible.

Para evitar este tipo de situaciones es muy importancia escuchar a los hijos. Aunque los puntos de vista sean distintos y la conversación pueda parecer una meta complicada es fundamental ponerse en el lugar del otro. Hay que dar la suficiente confianza al menor para que se abra y se sienta seguro hablando con los padres.

Al conseguir un ambiente distendido los temas surgirán con naturalidad y el menor no se verá cohibido planteando ciertas cuestiones ante los padres. Lo mismo ocurrirá con los padres, que abordarán tranquilos temas que pueden ser delicados, como es el consumo de drogas.