El síndrome del túnel carpiano (STC) es una patología cada vez más conocida entre la población ya que, si antes solía aparecer en personas que trabajan con máquinas que tienen vibración, que precisan de una fuerza de garra, que realizan movimientos muy repetitivos, actualmente le puede afectar a cualquier persona que pasa muchas horas delante de un ordenador.

El STC se produce por la compresión del nervio mediano a nivel de la zona anatómica conocida como túnel del carpo, que se encuentra en el tercio proximal de la palma de la mano. Así, con el tiempo, los afectados pueden notar cierta torpeza en el uso de la mano.

Ahora bien, aunque es una patología bastante común, afecta más a las mujeres (5%) que a los hombres (0,6%). Los principales síntomas comienzan con hormigueos nocturnos, cada vez más intensos, que con el tiempo pueden volverse permanentes, especialmente en el dedo gordo, el índice y el corazón.

"La mayor parte de las veces no existe una causa conocida que se pueda verificar. Sí sabemos que afecta más a las mujeres, que tienen el doble de posibilidades de padecerlo, especialmente entre los 40 y 50 años", ha comentado el cirujano plástico en el Hospital Vithas Nuestra Señora de América, Jaime Manuel Rosado.

No obstante, el experto ha informado de que como medida de prevención para los casos en los que el síndrome aparece por el uso del ordenador se pueden utilizar almohadillas que coloquen la muñeca en neutro, para que no haya una posición ni forzada en extensión, ni en flexión. Existen también ciertas patologías asociadas, como el hipotiroidismo o la diabetes que predisponen a su aparición, y también durante el embarazo.

Diagnóstico y tratamiento

Respecto al diagnóstico y tratamiento, el doctor ha informado de que analizan el área de distribución de la pérdida de sensibilidad, que normalmente corresponde al primero, segundo y tercer dedo, y averiguan clínicamente si la compresión es en el túnel del carpo o más proximal.

"En algunas ocasiones se pueden producir incluso varias compresiones del nervio mediano a lo largo de todo el trayecto, entre el cuello y la mano", ha enfatizado para recalcar que la confirmación de diagnóstico se lleva a cabo mediante un electromiograma, una prueba que resulta bastante objetiva.

El tratamiento puede ser conservador o quirúrgico, dependiendo del grado de afectación. En el primer caso se emplean antinflamatorios y una ortesis para mantener la muñeca en neutro durante la noche, evitando la flexión. Otra opción es recurrir a las infiltraciones con corticoides, que producen mejoría en algunos pacientes.

Si estos tratamientos fallan o la compresión del nervio es severa, será necesaria la cirugía. Ahora bien, según el doctor, la más frecuente es la descompresión simple con técnica de descompresión abierta. "Se hace una incisión en la palma de la mano de unos 4 centímetros. Aproximadamente y desde ahí se descomprime el retináculo flexor, se abre un ligamento que comprime el nervio mediano, de forma que el túnel del carpo se queda más abierto, hay más espacio", ha enfatizado Rosado.

Finalmente, ha informado de que se trata de una intervención ambulatoria, de unos 10 minutos de duración, en la que se emplea anestesia regional distal en los nervios de la muñeca para que el paciente no sienta ninguna molestia.

Se emplea, además, un manguito de isquemia en el brazo, de modo que se evita que la sangre llegue a la mano. De hecho, el paciente puede irse a casa poco después de la operación y, aunque llevará un vendaje en torno a 2 o 3 semanas, empezará a movilizar los dedos de la mano y la muñeca desde el primer momento.